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El niño que comía las cáscaras de naranja que tiraban desde los autobuses

Publicado por
León

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El líder de los movimientos populares bolivianos no sólo habla de petróleo y de nacionalizaciones. Su discurso está repleto de referencias a las culturas indígenas, a la integración latinoamericana y a la defensa de los pobres. Para poner luz sobre los problemas del país a veces evoca su infancia, como cuando trabajaba con su padre como arriero de llamas. «Cuando pasábamos por Confital -recuerda-, sin comer, con lluvia y frío, los pasajeros de las flotas -autobuses- tiraban cáscaras de naranja. Yo las cogía y las comía y mi gran deseo era viajar en aquellas flotas. Ahora vuelvo a pasar por esos caminos, pero delante de compañeros y por nuestra lucha. Juntos podemos avanzar y por eso es vital crear el instrumento político de los pobres» -Usted también habla de integración latinoamericana. ¿Eso fue sólo un sueño de Bolívar o tiene visos de convertirse en una realidad? -Bueno, ese sueño de esa patria grande va avanzando. Antes sólo había un país liberado, que era Cuba, después le llegó el turno a Venezuela y también al Uruguay y no podemos descartar de esa línea a Lula en Brasil y Kirchner en Argentina. Se avanza ¿no? -Es evidente que el panorama ha cambiado mucho en América Latina. -Totalmente. -¿Qué papel jugará Petrosur en esa integración continental? -Bueno, son proyectos económicos latinoamericanos que buscan unir a las empresas estatales petroleras. Estoy convencido de que nosotros, gracias a nuestros recursos, especialmente el petróleo y el gas, podremos vivir mejor que con el FMI o los Estados Unidos.