Dirigente del Movimiento al Socialismo y alma de las revueltas populares en Bolivia
«Quiero hablar con Zapatero sobre los últimos 500 años»
El líder de izquierda dice que nadie puede exigirles que sigan saqueando sus recursos. Para él, la pobreza en Bolivia es el resultado de las privatizaciones
Evo Morales es la cara más conocida de los movimientos indígenas y populares que exigen la refundación de Bolivia mediante una Asamblea Constituyente que devuelva al Estado los servicios básicos privatizados y nacionalice los hidrocarburos. Está orgulloso de la sangre aymara que corre por sus venas y al hablar con él queda claro que el castellano es su segunda lengua. -¿Lo que está pasando en Bolivia puede llamarse revolución? -Claro, es una revolución cultural, ¿no? Un levantamiento con principios y una revolución cultural no terminada, no acabada. -Es decir, que es una revolución en curso, que aún está por culminar. -Sí, pero es una revolución cultural fundamentalmente. Y democrática, en base a la constitución y a la conciencia del pueblo. -Y cuando culmine, ¿usted se ve como presidente? -Eso lo dirán, afortunadamente, los movimientos sociales. Nuestra prioridad sigue siendo la Asamblea Constituyente. -Es un proceso muy similar al que ha vivido Venezuela con Hugo Chávez. ¿La futura Bolivia será también bolivariana? -Bueno, tiene ciertas similitudes. -Ecuador vive una crisis similar a la boliviana. Hay un renacer de los movimientos indígenas y de izquierdas en Latinoamérica. -Así es. Va a haber movimientos de toda naturaleza, acomodándose a sus regiones, en sus países, pero el tema central es el mismo: cómo derrumbar al neoliberalismo. -En el centro de todo el debate está la cuestión de la nacionalización de los hidrocarburos... -(Interrumpe) No sólo de los hidrocarburos, sino también de todos los recursos naturales. Y eso pasa por la Asamblea Constituyente, que debe recuperar nuestras riquezas minerales, forestales y, por supuesto, los hidrocarburos, pero también el agua y desprivatizar los servicios básicos. -Básicamente, darle la vuelta a todo lo que hizo el ex presidente Sánchez de Lozada. -Claro. -Sus reivindicaciones tienen muy nerviosas a las petroleras que operan en Bolivia. Entre ellas, la española Repsol-YPF. ¿Deben temer al proceso que está en marcha o hay hueco para ellas si usted llega al Gobierno? Lo que tienen que hacer es someterse a la decisión soberana del pueblo. -Ya, pero ellos tienen sus influencias. El Gobierno español acaba de decir que protegerá los intereses de Repsol en Bolivia. -Ya. La verdad es que quiero hablar con Zapatero sobre los últimos 500 años de historia. Creo que nadie puede exigirnos que sigan saqueando nuestros recursos naturales. -¿Y ya le ha pedido la entrevista al presidente español? -Sí, ya se lo he comunicado al embajador de España en La Paz, pero todavía no he recibido comunicación oficial.