El contencioso fue uno de los temas estrella por el aumento de la tensión en este territorio
Zapatero aprovecha su sintonía con Rabat para exigir un acuerdo para el Sáhara
El primer ministro marroquí, de visita en Madrid, garantiza la entrada a una delegación española
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, instó ayer al primer ministro marroquí, Driss Jettou, de vista en España, a encontrar una solución para el contencioso del Sáhara Occidental. La reunión que ambos mandatarios mantuvieron en el Palacio de La Moncloa sirvió para que Rodríguez Zapatero transmitiera a su homólogo alauí la «necesidad cada vez más evidente de buscar un acuerdo» liderado por las Naciones Unidas que ponga fin a ese conflicto, que dura ya treinta años. El jefe del Ejecutivo prometió, en la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo con Jettou, que España «siempre será una parte constructiva y facilitadora de una solución» en torno al Sáhara porque es un asunto que «ocupa y preocupa» a los Gobiernos de ambas orillas del Estrecho. Zapatero destacó que «sólo desde la confianza se podrá llegar a una solución compartida» y que satisfaga a todas la partes. El contencioso del Sáhara fue uno de los temas estrella de esta visita por el reciente aumento de la tensión en este territorio, que Marruecos administra desde 1975. También planeó sobre la reunión la polémica derivada de la expulsión por parte de Rabat de varias delegaciones españolas de cargos públicos, miembros de ONG y periodistas que querían comprobar la situación de los derechos humanos tras recibir denuncias de abusos sobre la población saharaui formuladas por el Frente Polisario. El primer ministro alauí se mostró dispuesto a favorecer que una delegación de parlamentarios españoles de todos los grupos visite el Sáhara Occidental en una gira «abierta» y sin restricciones.