Cerrar

El ascenso al poder de los estudiantes radicales que forzaron la revolución islámica no es raro

Los rehenes de Irán acusan al nuevo presidente de ser uno de sus captores

La Casa Blanca anuncia que lo investigará y Teherán lo niega rotundamente Un secuestro de

Publicado por
Óscar Santamaría - corresponsal | washington
León

Creado:

Actualizado:

?l asalto a la Embajada de Estados Unidos en Irán, hace más de 25 años, sigue tensando las relaciones entre estos dos países en un momento en el que éstas atraviesan nuevas dificultades. Esto, después de que varios de los secuestrados entonces señalaran ayer que Mahmud Ahmadineyad, elegido presidente de Irán el pasado viernes, fue uno de los cabecillas del asalto. La Casa Blanca ha tomado nota de estas serias acusaciones. «Las informaciones y declaraciones suscitan muchas interrogantes sobre el pasado (del presidente electo)», dijo el portavoz Scott McClellan en rueda de prensa y añadió que ya han iniciado una investigación para arrojar luz sobre el asunto. Horas más tarde, George W. Bush ratificó sus palabras, aunque señaló que este tema no es el que más le preocupa, de momento, de su relación con Irán, al que incluyó en su eje del mal. Según el mandatario, esto es lo importante. «Tenemos a alguien que acaba de asumir el poder y que tiene que oír un mensaje claro. Es en lo que fijo mi atención ahora», señaló Bush, quien destacó una vez más la importancia de que Teherán abandone dichos programas. No obstante, se mostró confiado en que si el nuevo presidente estuvo involucrado en aquel episodio saldrá, tarde o temprano, a la luz. Confesiones de los rehenes El asunto se remonta al 4 de noviembre de 1979, en los primeros meses de la revolución islámica instaurada tras el derrocamiento del Sha Mohamed Reza Pahlevi, cuando 52 personas fueron secuestradas durante 444 días en la embajada de EE.UU. en Teherán, lo que motivó la ruptura de relaciones entre ambos países. Ahora, al menos cinco de los que estuvieron allí han reconocido en fotos y vídeos a Ahmadineyad como uno de los secuestradores. «El nuevo presidente iraní es un terrorista», declaró al diario sensacionalista Washington Times el coronel estadounidense jubilado Charles Scott. «Tan pronto vi su foto en el diario, supe que era un bastardo (...) uno de los dos o tres líderes», señaló. Otro de los ex rehenes, Don Sharer, capitán de navío retirado, ha señalado en una entrevista a la CNN que el ahora presidente electo «nos llamó al coronel Scott y a mí cerdos y perros, y dijo que merecíamos quedar encerrados para siempre. Cuando has estado en una situación que amenaza tu vida recuerdas esas cosas para siem-pre», añadió. No obstante, varios de los iraníes que sí participaron en el secuestro han desmentido estas declaraciones. «Ahmadineyad no se encontraba entre los que ocuparon la embajada», dijo Abas Abdi, ex antiguo estudiante de la revolución reconvertido en reformista y que acaba de salir de la cárcel acusado de pasar información secreta a extranjeros. «Nunca estuvo allí. Nunca estuvo con nosotros, ni siquiera cuando conversábamos sobre el tema», declaró Mohsen Mirdamadi, otro de los cabecillas del asalto y que también ahora se ha separado de la línea dura del régimen iraní, a la que pertenece Ahmadineyad, quien en 1979 era un estudiante universitario de 23 años miembro de las ultraconservadoras Guardias Revolucionarias, defensores radicales de los valores islámicos. Según sus allegados, él se opuso al secuestro.

Cargando contenidos...