Bush, el último escollo para el G-8
El presidente de Estados Unidos desconfía de las pruebas científicas que advierten de un serio cambio climático en el planeta y aboga por esperar a nuevos resultados concluyentes
El Gobierno británico, actual presidente del grupo de los ocho (G8), que se reúne la semana entrante en Escocia, intenta convencer por todos los medios a Estados Unidos de que acepte una referencia al importante impacto de la acción humana en el cambio climático en el comunicado final de esa cumbre. Pero, a juzgar todas las filtraciones sobre el borrador del documento que preparan los gobiernos, el republicano George W. Bush, cuyo país se ha negado a ratificar el protocolo de Kyoto de 1997, está siendo un hueso demasiado duro de roer incluso para quien presume de una relación especial transatlántica como Tony Blair. Según filtraciones periodísticas, el presidente Bush estaría dispuesto a ceder un poco, tan sólo un poco, para complacer a su «amigo» Tony, y esa concesión significa que reconocería finalmente que el calentamiento del planeta puede tener algo que ver con la acción industrial. Ese tibio reconocimiento por parte de la Casa Blanca, después de la clara advertencia de los científicos del G8 sobre el efecto invernadero y del reciente voto en el Senado estadounidense en el que se admitía que la fusión de hielos polares no es un mero espejismo sino algo real. Terminator reprende a Bush Más significativo en cualquier caso es el aviso indirecto que lanzó ayer a Bush, aunque sin nombrarlo expresamente, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger en un artículo para el diario de izquierda «The Independent». El ex actor metido a político parece en efecto leerle la cartilla a su correligionario al afirmar tajante que ha pasado la hora de parlamentar y es el momento de tomar medidas. Frente a Bush, que insiste que las pruebas científicas no son concluyentes, Schwarzenegger no se anda por las ramas: «Sabemos lo que dice la ciencia. Vemos la amenaza que plantean los cambios de nuestro clima. Ha llegado la hora de actuar».