Schröder da un giro a la izquierda y promete un impuesto para ricos

El canciller alemán, Gerhard Schröder, dará en la campaña electoral un giro social con el fin de evitar una sangría de votos del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) por el flanco izquierdo ante la ofensiva iniciada por la nueva alianza de izquierdas PDS-WASG, liderada por el poscomunista Gregor Gysi y por su «enemigo íntimo» Oskar Lafontaine. La cúpula del SPD aprobó ayer por unanimidad en Berlín el «manifiesto electoral», su programa de 41 páginas titulado «Confianza en Alemania». Su aprobación supone «un gran paso adelante» para el partido, que ha cerrado filas entorno a Schröder, dijo el presidente del partido Franz Müntefering. Schröder anunció que si gana las elecciones mantendrá la Agenda 2010, pero tratará de suavizar sus consecuencias. El canciller promete más prestaciones sociales para los padres que tengan hijos, introducir el salario mínimo, reformar el seguro de enfermedad y aumentar el subsidio del paro a los desempleados de larga duración de los estados del este del país. Su promesa estrella será introducir un «impuesto adicional para ricos»: subir un 3% el impuesto sobre la renta para quienes tienen los ingresos más altos. Este dinero serviría para ayudar a financiar la educación, la investigación y el desarrollo. El SPD emplaza además a los agentes sociales de todos los sectores a acordar salarios mínimos y anuncia una ley que lo estipule para el caso de que sindicatos y patronales no lleguen por si solos a un acuerdo. Por otro lado, Lafontaine y el poscomunista Lothar Bisky confían en que la Alianza de Izquierdas se convierta en septiembre en una «sensación electoral». Aseguraron que esta alianza, a la izquierda del SPD, quiere «restituir la justicia social» y convertirse en los representantes de «los trabajadores, los parados y los jubilados» en el Parlamento alemán.