África, la tierra de la pobreza
Según los datos macroeconómicos del Banco Mundial, el continente africano no podrá dejar de ser pobre sin ayuda externa
Un niño hace sus necesidades en un basurero de Sudán
El crecimiento económico en África, cuya situación será uno de los principales temas de la cumbre del G8 que se inicia hoy en Escocia, es insuficiente para atajar la pobreza, según los últimos datos macroeconómicos del Banco Mundial. En 2003, el crecimiento del continente se elevó a 3,9%, comparado con un 2,8 en el 2002, según el informe Indicadores de Desarrollo Africanos, difundido en Nairobi por la institución financiera internacional. «Este modesto crecimiento está por debajo del 5% que se necesita para evitar que aumente la pobreza y del 7% que sería preciso para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD)», precisa el documento. Los OMD son una serie de metas que los jefes de Estado del mundo prometieron cumplir para el año 2015 y que incluyen reducir a la mitad el hambre, reducir en dos tercios la mortalidad infantil y frenar el avance del sida. El informe del Banco Mundial describe a África como «la gran prueba» para demostrar el compromiso de la comunidad internacional con la erradicación de la pobreza mundial. Entre 1981 y 2001, el número de africanos que viven en la pobreza se duplicó, pasando de 164 a 314 millones de personas. El documento subraya la necesidad de que los países ricos cumplan sus promesas de una ayuda más generosa, una mayor condonación de la deuda exterior de Africa y oportunidades de comercio más amplias, si se quieren lograr los OMD en el continente. Una frágil economía La porción de comercio mundial que representa Africa cayó de un 3,5% en 1970 a un 1,5 % a finales de los noventa. Las economías africanas siguen siendo pequeñas y fragmentadas, por lo que el comercio interregional supone para ellas tan sólo un 10% del total de sus intercambios. Además, advierte el informe, «las guerras civiles, la rápida expansión del sida, la corrupción y una ayuda e inversión externas muy débiles amenazan los recientes avances en la lucha contra la pobreza». Como signos positivos, el Banco Mundial apunta que la ayuda neta a África aumentó un 40% en el 2003, aunque subraya que «todavía queda mucho por hacer, ya que la ayuda al desarrollo per cápita es en la actualidad de 37 dólares, por debajo de los 40 dólares per cápita que el continente recibió en 1992». Los llamamientos a una mayor cancelación de la deuda de Africa y a la apertura de mercados han ido en aumento a medida que se aproxima la cumbre del G8 (los siete países más industrializados y Rusia) en la ciudad escocesa de Gleneagles.