Chirac y Shröeder frente a Blair

Casi todos los líderes del G-8 enfrentan problemas domésticos serios, además de desavenencias entre ellos. El anfitrión Blair inicia su tercer mandato y parece ser el que en mejor posición política está entre el grupo de «lesionados» de Gleneagles. No obstante, su reputación está muy afectada desde la guerra de Irak y todo indica que dejará su puesto al ministro Gordon Brown. Por lo tienen Schröder, todo apunta a que perderá su cargo en favor de Angela Merkel tras las elecciones de septiembre, y Chirac, decano del G-8, de capa caída desde el no a la Constitución europea y con Nicolas Sarkozy deseando su cargo. Mientras Silvio Berlusconi podría perder las legislativas del 2006 en favor de Romano Prodi, además la inclusión de Italia en el G-8 está cuestionada.