«Aquí hay trece cuerpos de mujer sin identificar»

Los investigadores daban por concluido ayer su trabajo en el autobús de la línea 30 y el vehículo era retirado de la calle Tavistock, donde el jueves saltó por los aires. En King's Cross la policía dejó libre el acceso a la boca de metro, las flores por los muertos se agrupan todas en un pequeño jardín y los medios de comunicación han sido desplazados a la acera de enfrente de la estación. Poco a poco, el epicentro de los atentados del 7-7 recupera su aspecto habitual. El único lugar donde la ima-gen continúa deformada es Russell Square. Una enorme lona que impide a periodistas y curiosos seguir los trabajos de recuperación de cadáveres. La policía ha precintado los accesos en toda la manzana y los cámaras ya han recurrido a las sillas plegables para dormitar a la espera de una imagen. Los ramos -más escasos aquí- se apilan en el suelo, bajo los carteles con fotos de desaparecidos. Hasta allí llegaba ayer Ivonne Nash, la pareja de Jaime Gordon, que acabó con la batería del móvil de su compañero a fuerza de llamarlo infructuosamente hasta las 4 de la tarde del jueves. «No pierdo la esperanza de volver a verlo vivo», comentaba. Para los familiares, la identificación de los cadáveres se está haciendo eterna. Cuando el novio de la polaca Karolina Gluck llamó preguntando por su paradero le dijeron que aún había «trece cuerpos de mujer sin identificar».