Diario de León

Londres se blinda con una alerta máxima

El alcalde de Londres viajó ayer en metro y pidió a la población que continúe con su vida normal

El alcalde de Londres viajó ayer en metro y pidió a la población que continúe con su vida normal

Publicado por
Xurxo Fernández - enviado especial | londres
León

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Los llamamientos para que la semana se iniciase con un tranquilo regreso a la rutina laboral no han conseguido evitar el sentimiento de inseguridad entre los londinenses. La foto del alcalde de la capital, Ken Livingstone, en su viaje en metro hacia el trabajo no pasó de ser un acto para la galería, mientras la ciudad se situaba en máxima alerta antiterrorista. «No dejamos que un pequeño grupo de terroristas cambie nuestro modo de vida», alardeaba el político ante los periodistas. Sin embargo, esa frase, pronunciada a primera hora de la mañana, se daba de bruces con la realidad poco después. En torno al mediodía, la policía bloqueó durante cerca de una hora la zona céntrica de Whitehall -donde se ubica la residencia de Tony Blair y la mayoría de los ministerios- ante una alarma, que resultó falsa, por la presencia de un paquete sospechoso en un autobús. De inmediato, agentes fuer-temente armados blindaron los edificios más importantes, donde durante todo el día se pudieron ver numerosas patrullas de Scotland Yard. También fue notable la presencia policial en estaciones de metro, autobús y tren, y en los aeropuertos, en los que no resultaba extraña la presencia de perros expertos en detectar explosivos acompañando a los uniformados. La situación de máxima alerta viene acompañada de un claro mensaje del ministro del Interior británico, Charles Clarke, quien reconoció que su Gobierno «teme nuevos ataques». Colaboración ciudadana En los subterráneos se podía escuchar de forma incesante la recomendación de permanecer atento ante cualquier bulto sospechoso para avisar de inmediato a la policía. Mientras, los ciudadanos trataban de llegar a sus puntos de destino evitando las líneas que permanecen cerradas tras los atentados del jueves y aquellas cuyo servicio está parcialmente interrumpido. Grandes paneles a la entrada de las bocas de metro informan a los usuarios de la situación en cada ruta. Para muchos, el readaptarse a la nueva situación en las comunicaciones no ha sido demasiado difícil, ya que consideran bastante deficiente el servicio del subterráneo. Esto hizo que la mayoría atribuyera a fallos en la línea las cancelaciones y retrasos tras los ataques del 7-J. «Lo bueno es que siempre hay un sistema alternativo para llegar al trabajo. Sin embargo, la gente parece asustada cuando viaja en el transporte colectivo», comenta Luis Pérez, un español que lleva cinco años viviendo en la ciudad.

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