Chile pasa de página con la reforma de la Constitución de Pinochet
Después de 15 años de democracia y ocho intentos fallidos, el Senado chileno aprobó ayer las reformas que desmantelan la mayoría de los «enclaves autoritarios» de la Constitución impuesta al país en 1980 por el ex dictador Augusto Pinochet. Tras 25 años de vigencia de la Carta Política y los esfuerzos fracasados de tres gobiernos de la Concertación, la coalición en el poder desde 1990, un acuerdo forjado en octubre pasado entre el Ejecutivo y la oposición de derecha zanjó una de las polémicas más duras de la transición chilena. «El que ha ganado es el país, lo que parecía imposible hace cuatro, ocho, 10, 15 años atrás se ha logrado con un gran acuerdo», afirmó el ministro del Interior, Francisco Vidal. «En nombre del Ejecutivo agradezco la convergencia de estos acuerdos a todos los sectores políticos», agregó. Las modificaciones Las negociaciones, que desembocaron en más de 55 modificaciones a la Carta Magna, fueron encabezadas por el entonces ministro del Interior, José Miguel Insulza, actualmente secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). La aprobación de las reformas tiene como telón de fondo las elecciones presidenciales del 11 de diciembre próximo, en las que se elegirá al sucesor del socialista Ricardo Lagos, que deja el cargo en marzo de 2006. Las reformas, a cuya aprobación la derecha se resistió durante 15 años en el Senado de 48 miembros, incluyen los llamados asuntos «duros» como la restitución de la facultad presidencial de cambiar a los jefes de las Fuerzas Armadas. También la eliminación inmediata de los 10 senadores no elegidos, entre ellos nueve designados (por instituciones) y uno vitalicio, cargo este último reservado para ex presidentes y que ocupó por dos años Pinochet. Entre los senadores designados figuran cuatro representantes de las Fuerzas Armadas, un ex ministro de Estado, un ex rector universitario, dos miembros de la Corte Suprema y un ex contralor, mientras el sillón vitalicio lo ocupa el ex presidente democristiano Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994-2000). Con la eliminación de estos 10 parlamentarios el Senado quedará reducido a 38 miembros. Estas dos reformas liberan a la democracia chilena de los amarres autoritarios y el llamado «tutelaje» militar que le dejó como herencia la dictadura.