Diario de León

El otro ataque más importante del día fue un co che bomba lanzado contra una comisaría

Un suicida mata a 56 personas en la jornada más sangrienta de Irak

Varios atentados recorrieron el suelo iraquí hasta alcanzar los 76 muertos en la capital, Bagdad

Soldados estadounidenses contemplan el lugar donde hizo explosión un coche bomba en Bagdad

Soldados estadounidenses contemplan el lugar donde hizo explosión un coche bomba en Bagdad

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agencias | bagdad
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Un terrorista suicida hizo estallar ayer una bomba adosada a su cuerpo cerca de una gasolinera y mató a 56 personas e hirió a otras 90 en el peor atentado registrado hasta ahora contra civiles, informó el Ministerio del Interior. El terrorista suicida se metió entre una multitud de chiíes y detonó el explosivo, que llevaba oculto entre sus ropas, cerca de la gasolinera de El Messeb, localidad situada a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad. Un portavoz del Ministerio de Interior iraquí calificó el atentado «como la mayor acción terrorista contra civiles» perpetrada hasta el momento en su país. La gasolinera se encontraba situada cerca de una mezquita chií donde se congregaban multitud de fieles para la oración del atardecer. Al parecer, el terrorista suicida detonó su explosivo junto a un camión cisterna que se acercaba a repostar en ese momento a la gasolinera. La explosión provocó un incendio, que alcanzó a varias casas cercanas, según varios testigos presenciales. El Messeb se encuentra dentro del llamado «triángulo de la muerte», un cinturón de localidades con población mixta chií y suní, donde los grupos rebeldes suníes son muy activos y atentan con frecuencia contra comisarias, cuarteles y también contra mezquitas chiíes. Los atentados contra aglomeraciones chííes no suelen ser reivindicados, pero normalmente se atribuyen a los grupos que están en la órbita de Al Qaeda y del jordano Abu Musab al Zarqaui, ya que la versión extremista del islám que siguen les hace ver a los chííes como heréticos. Una negra jornada El atentado de ayer por la tarde se sumó a otra serie de acciones violentas registradas ayer en Irak en las que murieron más de veinte personas y más de cuarenta resultaron heridas, el mismo día en el que se supo que once soldados estadounidenses son acusados por el mando militar de maltratar a detenidos. El ataque más sangriento, en el que diez personas murieron y otras 20 resultaron heridas, fue cometido por un suicida que estrelló su coche bomba contra un puesto de control mixto del ejercito y la policía iraquí, en la localidad de Al Eskanderiya, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, informaron fuentes policiales. Pocas horas antes, en Mosul, a unos 450 kilómetros al norte de Bagdad, cinco agentes del orden perdieron la vida cuando un suicida detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en el interior de una comisaría. El tercer incidente ocurrió en el barrio bagdadí de Al Daura, donde cinco personas perdieron la vida -dos miembros de las fuerzas antiterroristas iraquíes «magaguir» y tres civiles- por el estallido de un coche bomba conducido por un suicida. De este modo la jornada de ayer se convirtió en la más sangrienta de la era post-Sadam. La mayoría chií fue de nuevo el blanco de los ataques de la resistencia iraquí, que los estadounidenses no consiguen controlar pese a sus numerosos esfuerzos y el contingente militar del que disponen en suelo iraquí. 56 personas y 90 heridos es la cifra final que se barajaba a última hora de ayer, aunque se preveía que el número de muertos aumentará.

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