La franja de la discordia
Un pedazo de tierra casi sin agua, industria o recursos naturales se ha convertido en la piedra angular del particular «tira y afloja» que mantienen desde hace décadas israelíes y palestinos
La franja de Gaza, que el primer ministro israelí Ariel Sharón quiere evacuar en agosto, es un pedazo de tierra entrecortado por colonias judías y, con 1,3 millones de habitantes, una de las regiones más densamente pobladas del mundo. En conformidad con el plan de Sharón, aprobado por el Gobierno y el Parlamento, pero rechazado por el sector ultranacionalista, el Ejército y los colonos, deben retirarse a partir del 17 de agosto de este territorio, ocupado por Israel desde la guerra de junio de 1967. En esta región costera de 362 kilómetros cuadrados, de 45 kilómetros de longitud y entre seis y 10 de ancho situada en el suroeste de Israel y fronteriza con Egipto, viven unos 8.000 colonos judíos instalados en 21 colonias diseminadas por el territorio. La franja de Gaza carece de recursos naturales, sufre escasez de agua y casi no tiene industria. Unos 900.000 habitantes de la franja de Gaza son refugiados o descendientes de refugiados que se instalaron en este territorio después de haber sido expulsados de sus casas a raíz de la creación del Estado de Israel, en 1948. Según cifras oficiales palestinas, más de la mitad de los habitantes de la franja de Gaza vive bajo el umbral de pobreza y el 45% de la población activa está desocupada. Los bloqueos repetidos impuestos por el ejército israelí desde el inicio de la segunda Intifada, en septiembre del 2000 contribuyeron en forma considerable al aumento del desempleo y al deterioro de la situación económica. Desde 1994, la Autoridad Palestina ejerce su soberanía sobre el 67% del territorio, pues el 33% restante está ocupado por los asentamientos judíos, donde los colonos viven bajo alta protección, y las zonas militares israelíes, que controlan la fraja por completo.