Rusia dirige su estrategia al desarrollo de sus armas nucleares
La estrategia de seguridad nacional de Rusia apuesta por las armas nucleares como garantía de estabilidad global y ve como mayores amenazas para el país los conflictos locales, el terrorismo y la actitud política hostil de otros estados. Así lo expone el proyecto de la «Estrategia de la seguridad nacional de Rusia» que debatió hoy el Consejo de Política Exterior y de Defensa (CPED), un organismo consultivo del Kremlin integrado por influyentes políticos, militares, científicos y empresarios rusos. «Las armas nucleares siguen siendo el principal medio de preservación de la estabilidad estratégica global» en un mundo marcado por numerosos conflictos y donde los métodos tradicionales de su arreglo resultan ya ineficaces, señala el borrador. Indica que la tarea del Estado a largo plazo consiste en «mantener a un nivel mínimo suficiente el potencial de los tres componentes de las fuerzas estratégicas nucleares (misiles con base en tierra, mar y aire)». Un miembro del CPED explicó a la agencia Interfax que se trata del primer borrador de un documento destinado a formular para el Gobierno las principales amenazas externas que afronta el país para adecuar la doctrina militar y a las propias Fuerzas Armadas. «La principal tarea de disuasión estratégica y regional es mantener las fuerzas nucleares de Rusia a un nivel que garantice la posibilidad de asestar al agresor en cualesquiera condiciones unos perjuicios no inferiores a los programados», indica el texto. No ve enemigos directos El documento constata que el país no tiene en el presente enemigos directos, pues «actualmente ningún país representa para Rusia una amenaza militar directa». Sin embargo, subraya que «para la seguridad nacional de Rusia son posibles diversas amenazas resultantes de la escalada de los conflictos, sobre todo en las regiones adyacentes, de la expansión del terrorismo y de la proliferación de las armas de exterminio». Además, afirma que «influyentes círculos políticos en algunos estados ven en Rusia un obstáculo para poder alcanzar sus objetivos e intentan aplicar a este país diversos métodos de presión propagandística e incluso de presión indirecta con la fuerza».