El espionaje británico vincula los ataques del 7 de julio con la guerra de Irak

El MI5, el servicio de contraespionaje británico, declaró ayer en su portal de Internet que la guerra en Irak es un «factor determinante» para que los extremistas islámicos cometan atentados como los perpetrados el pasado día 7 en Londres. Un grupo de expertos del MI5 explica en un comunicado que, «aunque (los radicales) tienen toda una gama de aspiraciones y causas, Irak es un factor determinante para una serie de grupos e individuos extremistas en el Reino Unido y Europa». La nota, que lleva el título de «Amenazas del terrorismo internacional en el Reino Unido», se basa en una evaluación hecha por el llamado Centro Conjunto de Análisis del Terrorismo (JTAC) tres semanas antes de los atentados del pasado 7 de julio en Londres, que causaron 56 muertos y unos 700 heridos. El JTAC ya advertía entonces de que Irak era «un foco para una serie de actividades terroristas en Gran Bretaña». El comunicado contrasta con la postura de Tony Blair, quien, tras los atentados aseguró que éstos no se produjeron por motivaciones políticas.