Diario de León

Las investigaciones policiales concluyen que no tienen ningún vínculo con la red de Al Qaeda

Los autores del 21-J alegan que no querían matar sino causar terror

La falta de pericia en sus acciones ha propiciado que las detenciones hayan sido tan rápidas

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Iñigo Gurruchaga - colpisa | londres

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El comando que perpetró los atentados del 21 de julio en Londres no estaba respaldado por una estructura terrorista sofisticada y confió en familiares y conocidos para ocultarse tras el fallido atentado. Esa es la conclusión que se extrae de los primeros y escasos datos sobre la investigación, que desembocó el viernes en la detención de todos los sospechosos de haber participado en la ejecución del compló. Vecinos de Yassin Hamar Oman en el bloque de pisos del norte de Londres donde tenía un apartamento municipal le vieron, en compañía de Muktar Said Ibrahim, poco después del fallido atentado. Oman fue detenido en Birmingham poco después de la requisa de su vivienda, donde se encontraron materiales para la fabricación de explosivos. Tanto Oman como Ibrahim fueron inmediatamente identificados tras la publicación de sus fotografías, por llamadas de familiares y amigos. Pero Ibrahim, cuyo rostro había aparecido en televisiones y medios de todo el mundo, fue detenido en compañía de otro presunto autor de los atentados, Ramsi Mohamed. Vivían en el mismo piso, en un bloque en North Kensington que se encuentra a escasos metros del lugar en el que un quinto sospechoso abandonó su bomba al parecer indeciso para cometer el atentado. Todo en familia Ese quinto sospechoso sería Whabi Muhamed, hermano de Ramsi, que fue detenido en una vivienda próxima, en Tavistock Crescent, a escasa distancia del Colegio Cañada Blanch, el único centro de enseñanza en español en Londres, en un barrio en el que se asentó la emigración económica española en los años cincuenta y sesenta. El último detenido, en Roma, fue capturado mediante el control de las llamadas telefónicas a sus familiares, mientras que los sospechosos en Londres habrían sido identificados mediante la información provista por familiares sobre sus posibles lugares de residencia. Todo lleva a pensar que además de la falta de pericia para la fabricación de las bombas, el comando de terroristas suicidas crecidos en Reino Unido, rentistas de la Seguridad Social, formaba parte de una célula sin los apoyos logísticos habituales en grupos terroristas convencionales. Esa sería una de las razones por las que las detenciones han sido tan rápidas y, en el momento del arresto, no ofrecieran resistencia, ni tenían armas o explosivos, en contraste con la experiencia de la policía española en el 11-M. Una vecina de los detenidos en North Kensington filmó con su cámara doméstica la operación policial y las imágenes fueron emitidas por la televisión ITV . En ellas se ve a los detenidos rehusando salir de su vivienda ante la demanda de la policía. «Me vais a matar», dice uno de los terroristas suicidas.

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