El primer ministro presentó una amplia batería de recursos para reforzar la seguridad nacional
Blair endurece las medidas para luchar contra la amenaza terrorista en el país
Londres efectuará deportaciones inmediatas de quienes inciten a una política del terror
El primer ministro británico, Tony Blair, dio a conocer ayer, viernes, planes para combatir la actual amenaza terrorista en el Reino Unido, y que incluye medidas para facilitar las deportaciones de quienes inciten la política del terror. En la rueda de prensa mensual en su residencia de Downing Street, Blair presentó esta batería de medidas en respuesta a los atentados de los pasados 7 y 21 de julio contra la red de transporte de Londres, en los que 56 personas perdieron la vida. El ministro británico de Interior, Charles Clarke, ya cuenta con facultades para deportar o denegar el ingreso en el Reino Unido de determinadas personas por razones de seguridad nacional, pero Blair quiere ampliar aún más esos poderes. El Gobierno, según informó Blair, iniciará consultas con otros partidos políticos sobre los nuevos planes, que incluyen considerar delito a quienes justifiquen o glorifiquen actos terroristas. Otras medidas El plan incluye, además, rechazar solicitudes de asilo a quien esté vinculado con actos terroristas, establecer un límite máximo de tiempo para proceder a las extradiciones a otros países, estudiar una ampliación del período límite de detención de sospechosos antes de presentarse cargos contra ellos; también se contempla, según el primer ministro, aumentar el número de jueces que atiendan los casos de terrorismo, revisar los derechos para obtener la ciudadanía británica, elaborar una lista de quienes apoyen el terrorismo en el extranjero y emitir visado con sistema biométrico para determinados países. «Que nadie tenga duda de que las reglas del juego están cambiando», afirmó el jefe de Gobierno. Blair dejó claro que no se permitirá que la tolerancia y las buenas intenciones del pueblo británico sean aprovechadas por extremistas que quieran vivir en el Reino Unido. «Tenemos la determinación de que esta tolerancia no sea motivo de abusos por una pequeña minoría de fanáticos», agregó. «Estamos muy orgullosos de nuestro sistema judicial y muy orgullosos del estilo de vida británico, de que tratamos a la gente de forma justa, que damos la bienvenida a personas que huyen de la persecución. Pero, lo siento, la gente no puede venir aquí y abusar de nuestras buenas intenciones y nuestra tolerancia», insistió el mandatario. Al mismo tiempo, Blair dijo que se proscribirá a las organizaciones musulmanas «Hizb ut Tahrir» y «Al-Muhajiroun», por lo que la pertenencia a esos grupos será un delito, como también la recaudación de fondos destinados a ellas. El mandatario resaltó la buena colaboración con los principales partidos de la oposición, conservadores y liberal demócratas, para llevar adelante estas medidas destinadas a atajar la nueva amenaza terrorista que vive el Reino Unido.