Sharon pide perdón a los 8.500 colonos que van a ser evacuados

El presidente de Israel se dirigió ayer a la nación en un mensaje televisado por primera vez en la historia del país para pedir perdón a los 8.500 colonos que tendrán que dejar sus casas en Gaza y Cisjordania a partir del 17 de agosto, en aplicación del plan que prevé el desalojo de 21 asentamientos en Gaza y cuatro en Cisjordania. Por su parte el ex ministro de Finanzas de Israel Benjamín Netanyahu lanzó ayer en el Parlamento un duro alegato contra el Gobierno e instó a los diputados que se unieran a la lucha para combatir el Plan de Desconexión. «Sólo en el Parlamento seremos capaces de parar este demonio», dijo Netanyahu. «Todo lo que el Parlamento ha decidido también es capaz de cambiarlo», manifestó, en alusión a la autorización otorgada por la Knesset al Plan de Desconexión. Netanyahu pidió a los diputados «no dar armas (a los palestinos), no darles cohetes, no darles un puerto de mar y no les déis una enorme base para el terrorismo». Acuerdo final Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han acordado finalmente el procedimiento para la demolición de las 2.800 casas de los asentamientos judíos de Gaza, cuyo desalojo comenzará a partir del próximo lunes 15, informaron ayer fuentes israelíes. La demolición de las paredes y los techos estará a cargo de excavadoras del Ejército israelí, y el resto lo harán contratistas palestinos y egipcios, acordaron el ministro de Defensa Shaul Mofaz y el titular de Asuntos Civiles de la ANP, Mohamed Dahlán. Las negociaciones con las empresas palestinas y egipcias las llevará a cabo el banco Mundial, cuyo ex presidente, James Wolfensohn, oficia como enviado del Cuarteto de Madrid entre la ANP del presidente Mahmud Abás y el Gobierno de Ariel Sharón. El costo de la demolición, que deberá pagar Israel, era evaluado entre 25 y 30 millones de dólares. El «movimiento naranja» Una multitud formada por unas 70.000 personas, según las estimaciones de la policía israelí, se apostó ayer en el sector judío del casco antiguo de Jerusalén para asistir a una oración colectiva y, a la vez, acto de protesta junto al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el Judaismo, para rechazar el Plan de Desconexión. «El Gobierno tiene ojos pero no ven, tiene orejas pero no escuchan (..) sólo queda el Parlamento» ISRAEL BENJAMÍN NETANYAHU Ex ministro de Finanzas israelí