Un Sharón en el banquillo

La fiscalía israelí acusó formalmente ayer al hijo mayor del primer ministro israelí, Ariel Sharón, de varios cargos en relación con su actuación como jefe de la campaña electoral de su padre en las elecciones primarias del Likud que se celebraron en 1999. La justicia acusa a Omri Sharón, entre otras cosas, de haber establecido empresas ficticias para ocultar las donaciones legales e ilegales que su padre recibió entre 1999 y 2000, que en total ascienden a más de un millón de euros, una cantidad que está muy por encima de lo autorizado. Omri Sharon, que ha sido acusado de violar la ley de financiación de las campañas mediante la falsificación de documentos, la malversación de fondos y el perjurio, ha renunciado a la inmunidad parlamentaria que le correspondía como diputado del Likud. El procesamiento de su hijo suscita interrogantes sobre el comportamiento de Sharón.