Un atentado suicida merma las esperanzas de paz en Gaza
Dos israelíes resultaron gravemente heridos ayer por la mañana en la estación central de autobuses de la ciudad israelí de Beersheva (al sur del país), en el primer ataque suicida palestino desde la evacuación de las colonias isralíes de la franja de Gaza. Falleció el autor del ataque, y otras 40 personas sufrieron heridas. El atentado no fue una verdadera masacre gracias a que el kamikaze, que llevaba una bolsa sospechosa, fue interceptado por el conductor del autobús al que intentaba entrar y por dos guardias de seguridad. Este atentado, que todavía no fue reivindicado pero podría ser la venganza por la muerte de cinco palestinos el miércoles en Tulkarem (norte de Cisjordania), pone en la cuerda floja las crecientes perspectivas de diálogo y paz en la región. Según la policía y los testigos, los agentes pidieron un documento de identidad al sospechoso, que huyó y cuando iba a ser atrapado activó la carga explosiva que llevaba consigo. El ataque pone fin a la calma reinante en la región durante la operación de retirada de Gaza.