Líbano detiene a la cúpula de la seguridad acusada de matar a Hariri

Tres ex responsables de servicios de seguridad y el jefe de la guardia presidencial del Líbano, todos conocidos por sus posiciones cercanas a Siria, fueron detenidos ayer y presentados a la justicia acusados de estar involucrados en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri. Los tres ex funcionarios detenidos, que habían sido obligados a abandonar sus cargos tras el asesinato de Hariri, son el general Jami el Sayed (ex jefe de la Seguridad General), el general Raymond Azar (ex responsable de Inteligencia Militar) y el general Alí al Hage (ex director de Seguridad Interior). Un cuarto responsable, el general Mustafá Hamdan (jefe de la guardia presidencial), también bajo orden de arresto, se presentó por su propia voluntad en la sede de la CII. La justicia libanesa respondió de esa forma a la petición formulada por la Comisión de Investigación Internacional (CII). El juez Mehlis se reunió con el primer ministro, Fuad Siniora, antes de entrevistarse con el ministro de Justicia, Charles Rizk, según una fuente gubernamental. Según la ONU, la CII se reunió el pasado viernes en Ginebra con oficiales sirios de los servicios secretos que estaban destacados en Beirut en el momento del atentado. El contenido de estas conversaciones no fue divulgado. Cooperación siria El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidió el jueves a Siria, aunque sin nombrarla, que cooperase con esta investigación, después de haber escuchado un informe sobre los progresos de la CII. Luego, Siria dijo que estaba dispuesta a «continuar la cooperación» con la comisión investigadora. «Nosotros estamos interesados en esta investigación, pues estamos convencidos de que seremos rehabilitados» de las sospechas que pesan sobre Siria en el asesinato de Hariri, dijo el presidente sirio, Bachar al Assad, en una entrevista publicada por el semanario alemán Der Spiegel del lunes. Rafic Hariri fue asesinado el 14 de febrero en un atentado en Beirut que costó la vida a por lo menos otras 18 personas. La oposición antisiria afirmó que fue obra de «los regímenes libanés y sirio».