Alemania podría verse abocada a una coalición Schröder-Merkel

Después de varios meses en que todo apuntaba a una contundente victoria de la conservadora Angela Merkel, la incertidumbre ha irrumpido en la campaña electoral alemana. Los cuatro institutos demoscópicos coincidían ayer en sus análisis: ni derecha ni izquierda cuentan con la mayoría necesaria para gobernar después del 18 de septiembre. Y como suele ser habitual en estos casos en Alemania, todos se aprestan a hablar de una gran coalición obligada entre los dos grandes partidos: Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD). Es ésta una alternativa impensable en España, pero que los teutones ya han puesto en práctica, tanto a nivel regional como nacional. El acelerón que ha dado Gerhad Schröder en la recta final de campaña, en que se muestra más confiado y seguro que nunca, parece haber hecho efecto. Richard Hilmer, del instituto Infratest Dimap, descartaba ayer el milagro rojiverde a ocho días de los comicios, aunque admitía que los socialdemócratas «han logrado recuperar a electores indecisos». Según el último sondeo que dio a conocer la televisión pública antes de los comicios , el SPD estaría siete puntos por detrás de la CDU/CSU. Teniendo en cuenta que un 20% de los electores no se han decidido todavía, muchos se preguntan si el canciller no logrará el susodicho milagro. El gran milagro, el de una tercera legislatura con Schröder al frente, sigue siendo aritméticamente imposible. Así lo reflejan las encuestas. No obstante, en Alemania no se vota a personas, sino a partidos, y la oposición sigue llevando la delantera. Se perfila por tanto una gran coalición con Angela Merkel en la cancillería y Franz Müntefering, el presidente del SPD, de vicecanciller, ya que Schröder rechaza ser el «segundo de a bordo». Una alternativa ésta que para los expertos es sinónimo de bloqueo político.