Lagos llama a superar las heridas que dejó la dictadura de Pinochet
El presidente chileno Ricardo Lagos declaró ayer que llegó el momento de superar las heridas que dejó, hace 32 años, el golpe militar que instaló la dictadura del general Augusto Pinochet tras el suicidio del presidente socialista Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973. El mandatario encabezó en el palacio de La Moneda una acto en memoria de Allende y sus colaboradores que murieron en la sede de gobierno, sometido al bombardeo aéreo y el ataque terrestre de los militares alzados. Lagos llegó a La Moneda, en el centro de Santiago, después que una marcha de miles de manifestantes pasó por el lugar, para rendir homenaje a Allende y los más de 3.000 muertos y desaparecidos que dejó el régimen de Pinochet (1973-1990). «¡Lagos, aprende, la dignidad de Allende!», fue una de las consignas que surgieron desde la columna que avanzó hacia el Cementerio General hasta detenerse junto a la tumba de Allende y el memorial que conserva los nombres de más de un millar de desaparecidos. La consigna reflejó el descontento de los defensoras de los derechos humanos por el apoyo del presidente Lagos a una propuesta para liberar a los militares que hayan cumplido 10 años de prisión, en los juicios por violaciones a los derechos humanos. «No se trata de olvidar el pasado, se trata de sacar las experiencias para que aquellos hechos no vuelvan a ocurrir», dijo el mandatario, antes del acto en el palacio gubernamental, en presencia de la viuda de Allende, Hortensia Bussi, y otros familiares del mandatario que se suicidó en medio del ataque de los tanques.