Una nueva oleada de violencia en Irak acaba con cuarenta muertos

El incremento de la violencia anunciado por la red de Al Qaida en Irak sembró ayer más muerte y destrucción. Más de 40 personas murieron en diferentes ataques de la insurgencia, 23 de ellas en tres atentados suicidas en Bagdad, un día después de que una ola de coches bomba respondieran a la ofensiva estadounidense en el foco rebelde de Tall Afar, al norte de Irak, junto a la frontera con Siria. Sólo en la capital iraquí, cuyo seguridad está en entredicho desde hace semanas, unas 150 personas, en su mayoría chiíes, han fallecido en dos días. Los tres atentados suicidas en Bagdad iban dirigidos contra miembros de las fuerzas policiales, en el punto de mira de la insurgencia. Más terror en las calles. El primer ataque se produjo cuando un coche bomba estalló junto a una patrulla de la policía, en el barrio de Dura, en el sur de la capital. La explosión mató a 16 personas, entre ellas seis policías, indicó el ministerio del Interior. La explosión dejó también 21 heridos, 13 policías y 8 civiles. Horas más tarde, otros dos coches bomba estallaron casi simultáneamente junto a patrullas de policía en el mismo barrio, con un saldo de siete agentes muertos y 13 heridos. Pero estos no han sido los únicos brotes de violencia producidos un día después de la masacre de más de 150 iraquíes, la mayoría en Bagdad. Además, un ataque con coche bomba contra una patrulla del ejército estadounidense dejó dos soldados heridos, según un portavoz militar norteamericano. Otros 12 iraquíes, entre ellos cuatro policías, murieron en varios incidentes en varias partes del país, y se encontraron los cadáveres de otras ocho personas, según fuentes de las fuerzas de seguridad. La violencia se cruzó también en el tortuoso camino político del país. Así, un ataque de hombres armados contra el convoy en el que viajaba un colaborador del primer ministro iraquí, Ibrahim Al Yafari, acabó con la vida de un civil iraquí y causó heridas a un guardaespaldas, informó ayer a Efe una fuente policial. Prosigue la ofensiva de Tall Afar. El general Rick Lynch, jefe del Estado Mayor adjunto y número dos del ejército norteamericano en Irak, indicó ayer a la prensa que «la operación en Tall Afar continúa», y que «no se fijó ninguna fecha para su conclusión». Según un observador extranjero en Bagdad, los ataques del miércoles son «una reacción viva a una profunda herida, y su duración será un buen índice de la importancia de los daños provocados a los rebeldes». Cerco a Al Qaida. mando militar estadounidense anunció ayer la captura en la ciudad septentrional iraquí de Mosul de tres presuntos líderes de la red terrorista internacional Al Qaida en Irak. Según un comunicado divulgado en Bagdad, el pasado 26 de agosto fueron apresados en un escondite Abdala Husein Nayam Husein y su ayudante Basam Mohamed Sultán, tras una redada en la que también participaron las tropas iraquíes. Apoyo internacional. En Nueva York, el presidente iraquí, Jalal Talabani, urgió ayer a los líderes del mundo a derrotar a las fuerzas terroristas del «oscurantismo» que buscan desestabilizar al país. En un discurso en la ONU, Talabani dijo que la guerra contra el terrorismo requiere de una participación internacional «diversa» y habló de la «necesidad desesperada» de que el pueblo iraquí logre apoyo internacional. «Irak enfrenta ahora una de las más brutales campañas de terror a manos de las fuerzas del oscurantismo», dijo el mandatario. Aumentan las voces que piden a Blair retirar las tropas. Un centenar de artistas británicos, entre ellos la actriz Julie Christie y el cineasta Ken Loach, pidieron ayer al primer ministro, Tony Blair, la retirada de las tropas de Irak el próximo diciembre, cuando expira el mandato de la ONU. Los actores, músicos y académicos que la suscriben califican la guerra de Irak como «un desastre sin paliativos».