Liberales y Verdes poseen la llave de la cancillería alemana

El Partido Libera (FDP), que se ha convertido en la tercera fuerza política del país, tiene un serio dilema, ya que se los disputan los dos grandes partidos. El presidente socialdemócrata, Franz Müntefering, decía ayer confiar en que «se les pasen los humos» después del buen resultado obtenido en las urnas, con la esperanza de que se sienten a negociar con el SPD. Müntefering no ocultaba su preferencia por mantener el modelo rojiverde, con la ayuda de los liberales. Sería ésta la llamada coalición semáforo, formada por SPD, Verdes y FDP (tradicionalmente se identifican con el amarillo). Pero el líder liberal, Guido Westerwelle, descartaba ayer nuevamente una coalición con Schröder, ya que un Gobierno con los socialdemócratas «no significaría el cambio real para Alemania». Aunque esta negativa podría ser una estrategia para fortalecer su posición en un futuro gabinete conjunto. La otra opción sería la coalición «Jamaica», que pasaría por un pacto entre democristianos (CDU/CSU), Liberales y Verdes (los colores de dichas formaciones coinciden con la bandera del país caribeño). No obstante el abismo que separa los principios ecopacifistas (que ya chocaban con los socialdemócratas) de conservadores y liberales, parece insalvable. Despierta la sorna entre algunos Verdes como su presidenta Claudia Roth: «¿Cómo quiere que funcione? ¿Un día apagamos las centrales nucleares y al otro volvemos a encenderlas?» le espetaba a un periodista. Angela Merkel reconocía, no obstante, que su propósito es «dialogar con todos los frentes» para lograr hacerse con la cancillería alemana pese al duro golpe que su partido ha recibido en estas elecciones.