Berlusconi retira la confianza al gobernador del Banco de Italia, cuyo cese pedía Siniscalco
El ministro de Economía dimite «escandalizado» con el Gobierno
Giulio Tremonti será el nuevo ministro de Economía italiano tras el sonoro portazo dado por su antecesor,del independiente Doménico Siniscalco, «escandalizado» por el «absoluto inmovilismo» del Gobierno de Silvio Berlusconi, en medio de una nueva crisis política que ha llevado a la oposición a pedir elecciones anticipadas. Siniscalco abandona el Ejecutivo no solo por las fuertes críticas al proyecto de presupuestos de Estado para el 2006 por parte de algunos de los miembros de la coalición gubernamental -la Liga Norte y la Unión Demócrata Cristiana (UDC)-, sino también por haber presionado en vano para que el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, dejara su cargo tras los escándalos de los bancos BNL y Antonvéneta. Carta de dimisión Siniscalco presentó su dimisión, tras una fría reunión con Berlusconi la noche del miércoles, en una carta en la que no se ahorra adjetivos contra el Ejecutivo. «Me vuelvo a Turín a seguir de profesor», dijo, harto de ser puesto en cuestión. La elección de Tremonti, que vuelve a la cartera de Economía tras su cese en julio del 2004, pone en la cuerda floja a Fazio, ya que la Alianza Nacional (AN) había condicionado su respaldo al nuevo ministro a que Berlusconi retirara su confianza al gobernador del Banco de Italia. «Su presencia ya no es oportuna ni compatible con la credibilidad nacional», señaló ayer el jefe de Gobierno. Nada más conocerse la dimisión de Siniscalco, la oposición de centroizquierda se apresuró a pedir elecciones anticipadas. «Es mejor que pasemos un mes de ejercicio provisional de poder que nueve meses de agonía», manifestó Romano Prodi, líder de La Unión. La marcha de Siniscalco acelera el proceso de descomposición del Gobierno. En otra cesión a sus socios, Berlusconi anunció que permitirá un debate interno sobre el candidato adecuado para liderar la coalición de derechas en la cita electoral fijada, si no hay cambios, para la próxima primavera. La crisis tiene lugar en un momento delicado para la economía italiana, sumida en una profunda crisis, y en vísperas de la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington. A ello se une proximidad de la fecha que tiene el Gobierno para presentar los presupuestos para el próximo año, en concreto nueve días. La vía de agua abierta es enorme, porque la economía es la principal y más urgente batalla de Il Cavaliere. Ante la delicada situación, han arreciado las críticas de la oposición y además de Prodi también Piero Fassino, secretario de los ex comunistas de Demócratas de Izquierda (DS) y Francisco Rutelli, líder de la «Margarita», han exigido la dimisión del Gobierno. Especialmente preocupados de han mostrado los empresarios. Su presidente, Cordero de Montezemolo, ha manifestado que la dimisión de Siniscalco era un «ulterior elemento de preocupación». Otro destacado empresario, Tronchetti Provera ha insistido en la necesidad de buscar un remedioya que «estamos en una situación no fácil», ha declarado en alusión a la grave crisis económica que vive Italia.