La rotura de un dique por las lluvias del «Rita» vuelve a inundar Nueva Orleans

La tragedia volvió a cebarse ayer con Nueva Orleans después de que uno de los diques de contención cediera a las lluvias provocadas por el huracán Rita . El agua inundó de nuevo las calles de una de las áreas más castigadas por el Katrina, aunque esta vez ningún residente estaba en ella después de la «eva-cuación obligatoria» ordenada por la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco. Aún así, la angustia se hacía patente entre las fuerzas del orden desplazadas hasta la ciudad del jazz ya que, de continuar las lluvias, tres grietas más podrían ceder destruyendo los pocos diques reparados estos días. En el distrito Nine Wardh, al este del barrio francés, el agua había subido nueve metros. Pánico en Houston En Houston (Tejas) miles de personas permanecían atrapadas en las carreteras de salida de la ciudad a pocas horas de la llegada del huracán. Con las gasolineras vacías, decenas de coches esperaban la llegada de algún camión con combustible. Cerca de la carretera 59, al sur, la encargada de una de las estaciones atendía apresuradamente a Diario de León mientras trataba de tranquilizar a sus numerosos clientes: «Tenemos el camión, pero no encontramos un conductor que quiera traerlo hasta aquí. Aún así, no sé dónde quieren ir, los atascos son de más de cuatro horas». La tensión se palpaba también en la tienda de la estación, donde más de treinta personas hacían acopio de comida y agua. «No tengo de nada, lo que compre aquí será lo único con lo que tendré que sobrevivir los próximos días», comentaba angustiado en la cola Christian Cole, quien ha alquilado un apartamento en la parte alta de la ciudad para afrontar al Rita. Cole será uno de los que siga los consejos del alcalde de Houston, Bill White, quien pidió a la población que no hubiera salido de la ciudad que permaneciera en sus casas hasta que pasara la tormenta. «Ahora ya no hay tiempo de coger el coche, quédense en casa»,aconsejó White. Las últimas noticias del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, situaban el huracán a 120 kilometros al este de Houston, y fechaban su impacto en la costa tejana en la madrugada de hoy (anoche en Houston). Tras cambiar su rumbo, parece que la trayectoria del huracán no alcanzaría Houston y Galveston, mientras que sería la costa de Luisiana la más castigada. Anoche Rita descendió a categoría 3, con vientos de 200 kilómetros por hora. Aún así fuentes guberna-mentales alertaban ayer de que la parte baja de la capital tejana se inundará por las lluvias. Españoles, a salvo El cónsul español en Houston, Jesús Montesinos, aseguró ayer que «todas las personas que han decidido abandonar el área han contado con la ayuda del consulado». Montesinos desmentía rotundamente las declaraciones del melillés y profesor de español en la ciudad, Adolfo Puertas, quien aseguró haberse sentido «totalmente desatendido por el consulado, que nos ha dejado a nuestra suerte». Al parecer, el docente y sus compañeros están en Austin «y concretamente él se aloja en la casa del director de educación del consulado». El diplomático también confirmó que varios españoles optaron por quedarse en la zona. Montesinos también anunció el cierre del consulado ante la inminente llegada del huracán, aunque subrayó que los teléfonos de emergencia siguen funcionando y que tanto él como otros funcionarios se quedan en Houston para cualquier eventualidad.