La paralización de quince refinerías disparará el precio de la gasolina

Rita amenaza el corazón de la industria petrolera estadounidense. Ayer al mediodía, el centro del huracán estaba a tan sólo 418 kilómetros del sureste de las costas texanas, el primer engranaje del corredor Galveston-Texas City-Houston. En esa franja se ubican un total de 26 refinerías responsables de más del 50% de la capacidad de refino de Estados Unidos y, además, es ahí donde se concentra el 73% de la producción de crudo del país. Aunque ayer Rita parecía perder fuerza -lo que hizo disminuir el precio del petróleo que cerró en Londres a 62,43 dólares y en Nueva York a 63,95 dólares-, quin-ce refinerías cancelaron sus operaciones como medida preventiva. Entre ellas están varias de BP y de Valero Energy Corporation (la principal empresa de refino del país). Según la Agencia Internacional de la Energía (EIA), la capacidad de refino paralizada equivale a casi cinco millones de barriles al día. Teniendo en cuenta que de cada uno de ellos se obtienen 55,7 litros de gasolina, la producción en Estados Unidos se ha visto reducida en 278,5 millones de litros diarios. Por eso, aunque la cotización del petróleo baje, según analistas como la consultora petrolera Geoff Pynne, el combustible más utilizado por los norteamericanos, la gasolina, parece que no hará lo mismo en los próximos días. Y todo pese a que ayer los contratos de futuros de gasolina para octubre bajaban ocho centavos y se negociaban a 2,05 dólares el galón (3,7 litros). La explicación es clara. Y es que si la historia del Katrina se repite, Rita volvería a disparar los contadores de los surtidores de gasolina, incluso en Europa, disparando los precios del oro negro.