Los laboristas eligen al ministro de economía, Gordon Brown, como el sucesor de Blair en el poder

El Congreso del Partido Laborista que empiezó ayer en la ciudad inglesa de Brighton se ha convertido en un trampolín para aupar a Gordon Brown como sucesor del primer ministro, Tony Blair, antes del final de su mandato. En torno al actual ministro de Economía se posicionaron varios miembros del Gabinete de Blair, que exigen a cambio que no se precipite desde dentro la salida del jefe de Gobierno. Blair «renunciará a su cargo y todo el mundo sabe, salvo algún accidente terrible, que Gordon Brown asumirá el liderazgo», declaró ayer la ministra de Sanidad, Patricia Hewitt. Será el primer ministro quien decida «el día exacto» de su partida, pero es «una pena que algunos intenten acelerar ese proceso», lamentó la ministra. Para la titular de Cultura, Tessa Jowell, la sucesión de Blair en favor de Brown puede considerarse segura, por lo que incluso es partidaria de que se abstengan el resto de aspirantes. Una lucha por el liderazgo «porque sí» podría ser hasta contraproducente, señaló hoy Jowell en una entrevista televisiva. Sin embargo, no todas las voces internas van al unísono: es en el ala izquierda de la formación donde algunos quieren ver a Blair fuera del poder en un año.