El «Stan» se ensaña con Centroamérica y se convierte en más letal que el «Mitch» Un alud de lodo sepulta a 1.400 personas en Guatemala

Poco a poco, sin grandes alharacas pero ininterrumpidamente, las lluvias que acompañan al ciclón Stan han empapado los suelos desde Veracruz (en el litoral del centro de México) hasta Colombia, sin olvidarse del Caribe, provocando desprendimientos, inundaciones, corrimientos de tierras, rotura de puentes, cortes de carreteras que se han saldado con cifras terribles de muertos, desaparecidos y damnificados, sin mencionar los cuantiosos daños materiales. Las cifras provisionales darían cuenta de más de 2.000 muertos, un millar de desaparecidos, presumiblemente enterrados bajo toneladas de lodo y piedras, y más de dos millones de damnificados. Lo malo es que los fríos números podrían seguir ascendiendo ya que las tormentas continúan encharcando la zona y las adversas condiciones climatológicas impiden que la ayuda nacional e internacional pueda ser distribuida entre los afectados. Y otra noticia adversa es que según los servicios de meteorología, el sistema de bajas presiones que ocasiona las precipitaciones se mantendrá cuatro días más sobre la región acostumbrada a soportar los embates de la naturaleza. En Guatemala, el país más castigado junto con El Salvador, los fallecidos ascienden a 1908, superando dramáticamente los 268 que perecieron a causa del huracán Mitch, uno de los peores en azotar la región en 1998. Entre las víctimas mortales hay muchos niños. Las emisoras de radio locales señalan que estas cifras podrían aumentar dramáticamente porque al menos 40 poblaciones permanecen totalmente incomunicadas. El mismo presidente, Oscar Berger, aseguraba profundamente consternado que «la cantidad de muertos y desaparecidos es una triste incógnita». Los evacuados en toda la zona superan los dos millones, entre ellos 8.000 cubanos a los que el gobierno de Cuba ordenó desalojar la zona del centro de la isla donde se encuentra la presa Zaza. Los gobiernos de Guatemala y El Salvador declararon el «estado de calamidad». Un editorial titulado «Silenciosa crisis por las lluvias» del diario Prensa Libre alababa la medida al tiempo recordaba que las lluvias son la «mayor causante de catástrofes» y que los «aguaceros pueden desbordarse cada año». Mientras, en toda centroamérica, los cuerpos de socorro manifiestan su impotencia para llegar hasta comunidades del interior y ayudar a miles de personas que han quedado aisladas por las intensas lluvias, que se ensañan con esta parte del continente y cuyos sus efectos se extienden por Guatemala, Honduras, México, Nicaraguas, Colombia y Cuba. Alrededor de 1.400 personas han quedado sepultadas en el municipio guatemalteco de Panabaj tras un alud de lodo de 12 metros de espesor provocado por las fuertes lluvias descargadas por el huracan Stan . «Aquí no hay supervivientes, ya han pasado más de 48 horas, están muertos», declaró el portavoz de los bomberos que trabajan en Panabaj, Mario Cruz. Este responsable ha explicado que la tragedia se desencadenó tras producirse una avalancha de lodo que sorprendió a los habitantes de esta localidad. La mayoría de ellos terminó sepultado bajo el barro y las rocas, en algunos casos con una capa de lodo de 12 metros de grosor.