La última victoria del mago de la política

Ya es definitivo. Gerhard Schröder perdió la batalla por el poder, pero el político socialdemócrata de 61 años deja el cargo que desempeñó durante siete años con un sentimiento parecido a la victoria. Todavía nadie sabe cuál será el futuro de Schröder y su partido no pierde las esperanzas de que el canciller siga ocupando un cargo importante en el nuevo Gobierno. Al menos así lo sugirió el presidente del SPD, Franz Muntefering, quien señaló durante una rueda de prensa en Berlín que el partido aún no había designado a los futuros ministros y que Schröder tomaría parte activa en las negociaciones para elaborar el futuro programa del Gobierno de gran coalición. Pero, sin importar el futuro que le depara la vida al canciller, Schröder abandona el cargo con la satisfacción de haber rendido un ultimo gran servicio a su partido. Hace cinco meses el SPD estaba condenado a una derrota humillante y todo hacía prever que el país seria gobernado por una alianza conservadora integrada por la democracia cristiana y el Partido Liberal. Pero gracias a una campaña extraordinaria, Schröder logró sacar a su partido del sótano de la derrota y lo convirtió, a pesar de haber perdido las elecciones legislativas, en el socio mayoritario del futuro Gobierno de gran coalición. La hazaña no tiene parangón en la historia política de Alemania y, muy posiblemente, el éxito que obtuvo el SPD en el curso de las negociaciones se deba al propio Schröder, quien el día de las elecciones convirtió su fracaso en un éxito electoral. «Aquellos que querían un cambio han fracasado de forma grandiosa. Me siento confirmado para lograr que en los próximos cuatro años haya un Ejecutivo estable bajo mi dirección», dijo Schröder el 18 de septiembre pasado. La estrategia surtió efecto. Schröder, el mago de la política alemana, guarda silencio.