Ángela Merkel gana la partida de póker por el poder y será la canciller

Después de tres semanas de incertidumbre, Ángela Merkel recibió ayer finalmente luz verde para convertirse en la prime-ra mujer canciller de Alemania y la primera germano-oriental al frente de este país que acaba de celebrar quince años de reunificación. Aunque el precio que ha tenido y tendrá que pagar por ello sea muy alto. De llegar a buen puerto las negociaciones de coalición que comenzarán el lunes próximo, Merkel estará al frente de un Ejecutivo en el que predominarán numéricamente los ministerios socialdemócratas (SPD). Un hueso duro de roer para parir una «coalición de nuevas posibilidades», como la calificó Merkel. El acuerdo al que llegaron los líderes del bloque conservador (CDU y su socio bávaro CSU), con los socialdemócratas para formar un Gabinete compartido, implica la renuncia de Gerhard Schröder a la cancillería en beneficio de Ángela Merkel. Reparto de carteras A cambio, no obstante, logró arrancarle a los conservadores nada menos que ocho carteras, como son Exteriores, Finanzas, Trabajo, Cooperación y Desarrollo, Justicia, Sanidad, Medio Ambiente y Transportes. Merkel podrá ocupar la can-cillería y reivindica también la presidencia de la cancillería, que ahora adquiere estatus ministerial. En contrapartida asumirán dos carteras menos, en este caso Economía y Nuevas Tecnologías, Defensa, Interior, Agricultura y Protección del Consumidor, Educación e Investigación y por último el ministerio de la Familia. Aunque el reparto de carteras ha sido el requisito previo para entablar formalmente negociaciones de coalición, ambos partidos no precisaron ayer quienes estarán al frente. En algunos casos, como es el de la vicecancillería y Exteriores, el SPD busca desesperadamente candidato. Sólo el líder bávaro Edmund Stoiber, confirmó ayer que cambiará su feudo muniqués por la cartera de Economía y Nuevas Tecnologías en Berlín. Acude a la llamada de Angela Merkel, que ayer comparecía ante los medios aliviada y nerviosa a un tiempo, incapaz de declarase feliz. «Estoy de buen humor, pero consciente de la ingente tarea que tenemos por delante», contestó con una sonrisa a la periodista que preguntó cuál era su estado de ánimo en un día histórico. Y es que las últimas tres sema-nas han sido probablemente las más duras en la carrera política de Angela Merkel. La aspirante conservadora, que ganó por 430.000 votos de diferencia las elecciones del 18 de septiembre, ha mantenido un denodado pulso por el poder con Gerhard Schröder. Éste por su parte hizo ayer mutis por el foro y se abstuvo de hacer declaraciones oficiales sobre su futuro, pero parece claro que no estará en el Gobierno de coalición. Podría convertirse en un segundo Bill Clinton o José María Aznar, dedicado a dar cotizados discursos por medio mundo. Pero eso sería a medio plazo, porque en las próximas semanas integrará la comisión encargada de negociar el programa de gobierno. Queda un largo camino por recorrer. Si fracasaran las negociaciones, tendrían que volver a celebrarse comicios. «Estoy de buen humor, pero consciente de la ingente tarea que tenemos por delante» ÁNGELA MERKEL Nueva canciller de Alemania