Los damnificados por el «Stan» de la sierra de Chiapas bajan a los pueblos en busca de alimentos

Los pobladores de la sierra de Chiapas han comenzado a bajar al pueblo de Motozintla en busca de alimentos para sus familias, en largas caminatas por veredas porque las carreteras fueron borradas por los aguace-ros que trajo la tormenta Stan. Están desesperados, la ayuda no es suficiente y la necesidad es mucha y urgente. A 60 kilómetros de la frontera con Guatemala, en las laderas que forman las montañas, Motozintla es el centro de ocho municipios de la sierra en los que viven unas 170 personas. Francisco Castillo caminó los últimos cinco días por veredas «porque la carretera desapareció» y ayer esperaba a la puerta de uno de los 70 albergues para conseguir algo con lo que regresar a su pueblo con su esposa y sus tres hijos. «No tenemos nada, la casa se la llevó el río», dice Castillo, que logró refugiarse junto con otros vecinos entre los cerros, donde permanecieron cinco días «hasta que pasó la lluvia». «Entonces empecé a caminar porque ahí ya no hay qué comer y los hijos tienen mucha tos, no hay chamarras» (chaquetas), cuenta mientras reprime su desesperación para no alterar más al encargado del albergue que le pide que espere su turno. A su lado está el indígena Genaro González, jefe rural del ejido (propiedad comunal) «20 de Noviembre», que muestra menos paciencia porque la ayuda que le urge es para atender a una decena de heridos que rescataron del río hace una semana. «Llevo tres días aquí, en Motozintla, y no me han dado nada», denuncia.