España excluye a los líderes disidentes en su fiesta en Cuba

Hacía varios años que los jardines de la residencia oficial del embajador de España en Cuba no se veían tan abarrotados. La recepción con motivo de la Fiesta Nacional del 12 de octubre congregó a más de 1.200 personas. Entre ellas se encontraban personalidades de las artes y la vida social cubana además de miembros del Gobierno cubano encabezados por el vicecanciller, Bruno Rodríguez. En esta ocasión estaban todos... menos los disidentes. Fue la primera Fiesta Nacional que se celebra tras el levantamiento de sanciones por parte de la UE, una de cuyas medidas consistía en que las embajadas europeas invitaran a sus fiestas nacionales a los disidentes cubanos. Por ese motivo, en los dos últimos años no sólo las autoridades cubanas sino buena parte de los invitados habituales a estos festejos habían dejado de asistir. Vuelven los habituales El pasado día 3, a la recepción en la embajada alemana no acudieron representantes gubernamentales de la isla porque habían sido invitados varios miembros de la disidencia. En la fiesta de España, entre los que vuelven a estar presentes ahora figuran representantes de la comunidad española en la isla. Antonio Fidalgo, presidente del Consejo de Residentes Españoles, se mostró satisfecho con la resolución de la crisis. «Así debe ser. Nuestras relaciones son de pueblos hermanos y van más allá de la política». El embajador español, Carlos Alonso Zaldívar, afirmó satisfecho: «Ésto es una verdadera fiesta nacional con representantes de la sociedad cubana, que no debió mezclarse nunca con la política». Los disidentes sostuvieron una reunión con el embajador español en Cuba hace unos días, aunque oficialmente no guardaba relación directa con los festejos.