Secuestran a un periodista del diario británico «The Guardian» en Bagdad

El corresponsal en Bagdad del diario británico The Guardian fue secuestrado ayer en la capital iraquí tras enviar una crónica a una emisora de radio sobre el inicio del juicio a Sadam Huseín. Rory Carroll, de 33 años, ha ejercido la corresponsalía en los últimos nueve meses. Es un periodista experimentado, que inició su carrera en Belfast y ha trabajado como corresponsal en Sudáfrica, en Italia y en situaciones de conflicto agudo como en la antigua Yugoslavia. El diario The Guardian emitió un mensaje, en inglés y en árabe. en el que afirma que su corresponsal se encuentra desde la mañana de ayer en paradero desconocido y que cree que ha sido secuestrado «por un grupo de hombres armados». El periódico británico «busca urgentemente información sobre dónde se encuentra el señor Carroll y sobre su estado». El padre del periodista, Joe, explicó que mantenía contacto regular con su hijo, que decía a su familia que «la situación no es tan peligrosa como se pinta desde fuera». Carroll habría sido formado en cursos especiales sobre supervivencia en situación de guerra y el programa de formación incluye la supervivencia en secuestros. Dos ciudadanos británicos -una mujer con nacionalidad también irlandesa que trabajaba para una organización humanitaria y un empleado de una empresa que hacía contratas con el Gobierno provisional iraquí- ya fueron secuestrados. Ambos fueron finalmente asesinados. Singular El diario The Guardian tiene su origen en Manchester y es el representante de la tradición liberal británica. Es el único periódico diario que no funciona como una empresa capitalista. Es propiedad de una fundación creada por Charles Prestwich Scott, que fue su director durante 57 años. Como tal se opuso a la guerra de los Boer y a la participación británica en la Primera Guerra Mundial. Su testamento dejó al periódico en un régimen de autogobierno financiero y editorial. The Guardian simpatiza con liberales y laboristas. En las últimas elecciones pidió el voto para ambos partidos, lamentando que no podía pedir el voto exclusivo a los liberales.