La investigación implica a oficiales sirios en el asesinato del ex primer ministro de Líbano
Bush pide la acción de la ONU ante el papel de Siria en la muerte de Hariri
El nombre del principa l sospechoso, cuñado de Al Asad, fue borrado del informe oficial
Como se preveía el esperado informe de la ONU sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri implica directamente a altos funcionarios de Siria y Líbano y amenaza con provocar una nueva crisis en Oriente Medio. El presidente de EE.UU., George W. Bush, se apresuró a reclamar una acción inmediata de las Naciones Unidas en respuesta a lo que llamó el informe «profundamente inquietante» que vincula a Siria con el atentado que costó la vida a Hariri el pasado 14 de febrero en Beirut. El informe encargado al fiscal alemán Detlev Mehlis confirma las sospechas de gran parte de la comunidad internacional, que veía detrás del atentado la mano de Damasco. Pero la polémica se desató ayer en los pasillos de la ONU al saberse que de su versión final se habían borrado algunos nombres de los directamente implicados. Entre ellos, el de Asef Shawkat, cuñado del presidente sirio Bashar al Asad, jefe de los servicios de inteligencia, y sobre el que se centraban todas las miradas. Las razones por las que su nombre fue eliminado no quedaron claras a pesar de que los periodistas acorralaron en una tensa rueda de prensa a Mehlis, quien argumentó que decidió borrarlos a última hora del jueves al saber que el informe se iba a hacer público, con el fin de respetar el principio de presunción de inocencia porque las conclusio-nes se basaban en declaraciones de testigos, no en hechos probados. A pesar de la controversia, lo que queda claro es que el cuñado del presidente sirio estuvo de alguna involucrado y su nombre contenido en las versiones previas del documento, que fue entregado el jueves a Kofi Annan y a los miembros del Consejo de Seguridad. Estas revelaciones ponen en una posición delicada al régimen de Damasco, que calificó el informe de «parcial y alejado de la realidad», además de politizado. Según indicó una fuente del Gobierno, el informe Mehlis es el «instrumento» que necesitaba Estados Unidos para empujar el plan que desde hace meses tiene preparado para llevar a Siria ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Una opción que ya barajaba ayer la Casa Blanca. Así, el presidente Bush desveló anoche que había pedido a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que solicite a la ONU la convocatoria de una sesión «lo antes posible» para discutir el informe. Es un asunto «muy serio», según el inquilino de la Casa Blanca, quien no se pronunció sobre las posibles acciones que debería adoptar la comunidad internacional para garantizar que Siria asume su responsabilidad. No obstante, sí dijo que EE.UU. ya se ha puesto en contacto con la ONU y con varios gobiernos árabes para discutir las posibles acciones a poner en marcha.