La lentitud en su desplazamiento puede mantenerlo sobre Yucatán hasta el próximo lunes
El feroz «Wilma» impacta en la isla mexicana de Cozumel y enCancún
El huracán arrancó árboles, arrasó techos y dejó sin electricidad al 62% de la península
El huracán Wilma tocó ayer tierras mexicanas a las 11.45 hora local (18.45 peninsulares) con categoría 4 sobre un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson, al alcanzar la isla de Cozumel (Quintana Roo), cercana a la península de Yucatán, convertido en un imponente fenómeno meteorológico con vientos superiores a 230 kilómetros por hora, y rachas de más de 280 kilómetros, que han obligado a suspender toda la navegación en la zona y buena parte de la circulación por carretera. En Cozumel, el huracán rajó muros, arrasó con techos de pequeñas residencias, erosionó las playas e inundó terrenos. Además de la isla de Cozumel, que había sido casi desalojada en su totalidad al saberse que el fenómeno se dirigía hacia ella, el huracán impactó en Cancún, en la península de Yucatán, donde arrancó árboles, provocó la caída de cables y dejó sin electricidad al 62% de la ciudad, que presentaba muchas calles inundadas y sin tráfico. En este balneario las precipitaciones de las últimas 24 horas llegaban a los 235 litros por metro cuadrado. Ciudad fantasma Cancún parecía una ciudad fantasma. Los hoteles situados en una estrecha franja frente al mar quedaron casi desiertos, así como las calles, restaurantes y centros comerciales. El jueves por la noche, el presidente Vicente Fox se reunió con los gobernadores de Quintana Roo, Félix González, y de Yucatán, Patricio Patrón, e hizo hincapié en tomar medidas especiales con la esperanza de que «no haya pérdida de vidas que lamentar». «Lo más importante será proteger la vida de las personas; lo material ya lo repondremos», insistió Fox. Declararon el estado de emer-gencia en ocho municipios de Quintana Roo y en 18 de Yucatán. En ambas provincias quedaron habilitados 1.200 albergues para acoger a 250.000 personas, muchas de ellas turistas que debieron cambiar los hoteles de cinco estrellas por una colchoneta en el suelo de un gimnasio. En Isla Mujeres, la prioridad era resguardar unas 460 embarcaciones. La directora de Protección Ci-vil de México, Carmen Segura, explicó que en la región del golfo han sido evacuadas más de 50.000 personas El movimiento del Wilma tiene desconcertados a los meteorólogos, que casi no se atreven a hacer estimaciones, ya que lo mismo se mueve al este que al oeste, y cambia su intensidad. La baja velocidad de desplazamiento, unos 7 o menos kilómetros por hora, «implica más riesgos porque los vientos como las lluvias duran más», según el Servicio Meteorológico de México, y la mejoría no se notará hasta mañana o el lunes. Los meteorólogos temen que Wilma ocasione una marejada ciclónica de entre tres y ocho metros de altura. Está vigente un «aviso» de huracán (advertencia que se realiza de su paso en 24 horas) desde San Felipe a Chetumal, incluyendo Cozumel y las islas cercanas, mientras que se mantiene un «aviso» de tormenta tropical y una «vigilancia» (paso 36 horas) de huracán para el oeste de San Felipe hasta Celestun, en México. También hay un «aviso» de tormenta tropical desde la frontera entre el sur de México y Belice y para las provincias cubanas de La Habana, Ciudad de La Habana, Pinar del Río y la isla de la Juventud. Una «vigilancia» de huracán se mantiene para las provincias de Matanzas hasta el oeste de Pinar del Río, en Cuba. El Wilma ha sido la tormenta tropical número 21 de este año, igualando al número registrado en 1969.