Llegan a Barajas los primeros españoles afectados por el huracán en Cancún

Carlos y Ana. Bienvenidos a casa». Una inmensa pancarta blanca pintada a rotulador por sus familiares fue lo primero que vieron al llegar a Barajas Carlos y Ana, los dos primeros pasajeros que desembarcaron del vuelo de Iberojet procedente de Cancún, el primero que ha regresado de la zona afectada por el huracán Wilma con pasajeros españoles. Ana no paró de llorar ni un minuto mientras abrazaba a toda su familia y contaba lo mal que lo habían pasado. Estaban de viaje de novios y llevaban sólo un día allí cuando fueron evacuados a una escuela-refugio. Allí han estado cinco días sin agua, sin luz y con mucho miedo. Han vuelto sin nada de equipaje, nerviosos y cansados, pero como bien les dice la hermana de Carlos, Mari Car men, «eso es lo de menos». Sus maletas con toda su ropa las tuvieron que dejar en el hotel de Playa del Carmen donde se alojaban. Les recomendaron que las metieran en la bañera por si así lograban salvarse y ahora las agencias intentarán recuperar lo posible y traérselo a España. Como Carlos y Ana, Jesús e Isabel, una pareja de Jaén, también estaban de viaje de novios y han podido disfrutarlo muy poco. El Wilma les sorprendió al día siguiente de llegar y se han vuelto de México sin ver absolutamente nada de la Riviera Maya, aunque parece que no tienen ninguna gana de volver otra vez para hacer el que había sido el viaje de sus sueños. Más suerte han tenido Mirian y Fran, de La Rioja. También estaban de luna de miel, pero el huracán les sorprendió el último día. Se lo toman con humor y aseguran que «el Wilma ha sido un final de aventura». Para ellos, lo peor era pensar cómo estarían en España sus familiares. Miri an cuenta que los móviles españoles dejaron de funcionar y que ellos lograron hablar con sus padres gracias a amigos americanos que les dejaban los suyos. «Supongo que como sus repe tidore s estaban más cerca había más cobertura», explica. Los familiares se quejan del descontrol que han vivido estos días. «Nos enterábamos de las cosas cuando nos llamaban nuestros hijos, porque las agencias no sabían nada», explica Felisa. Pérdidas de 9.000 millones La tormenta que azotó durante siete horas el estado de Florida, alternando su fuerza entre las categoría dos y tres, ha provocado pérdidas de miles de millones de dólares y ha dejado a más de seis millones de personas sin acceso al suministro eléctrico. El paso del huracán ha supuesto un elevado coste material yhasta el momento, se han registrado seis víctimas mortales. El Wilma también es responsable del corte de suministro eléctrico que afecta a seis millones de personas, y se calcula que las pérdidas originadas por las fuertes lluvias y vientos podrían alcanzar los 9.000 millones de dólares. Entre las zonas más perjudicadas se encuentran los cayos de Florida, con más del 35% de la superficie inundada, y Miami, donde se ha impuesto el toque de queda para evitar pillajes. El presidente Bush visitó ayer Florida. Por otra parte, el balneario mexicano de Cancún está bajo control tras las escenas de pillaje ocurridas después del impacto del Wilma y el Ejército y la Policía federal seguirán patrullando mientras sea necesario, declaró este martes un portavoz del Gobierno. «La situación está ya bajo control», aseguró el portavoz del presidente Vicente Fox, Rubén Aguilar, quien reconoció sin embargo que «la policía municipal fue rebasada».