Diario de León

Ningún soldado de la avanzadilla española llegará a la zona del terremoto antes del lunes

España responsabiliza a la Otan del retraso en el despliegue en Cachemira

La Alianza no firmó hasta ayer con Pakistán los acuerdos que avalan su misión

Un superviviente del terremoto que asoló Paquistán, en Balakot

Un superviviente del terremoto que asoló Paquistán, en Balakot

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España hizo su trabajo y la Otan falló. Eso es lo que repiten una y otra vez en las últimas horas los responsables del Ministerio de Defensa, hartos de que los fallos y la ineficacia de la Alianza Atlántica empañen la misión española en Pakistán. Hace ya una semana que los primeros 87 militares españoles salieron de Torrejón rumbo a Cachemira, donde debían desplegarse para ayudar en las tareas de reconstrucción tras el terremoto que asoló la zona el 8 de octubre. Ningún soldado ha llegado aún a la zona asignada, más allá de un pequeño grupo de reconocimiento. España respondió con rapidez. El Ejército envió a sus hombres a la región sólo tres días después de recibir la orden de despliegue. Pero la Otan no consiguió ponerse de acuerdo con el Gobierno paquistaní. Fuentes militares aseguraron que la Alianza e Islamabad no firmaron hasta ayer el documento que avala la misión y legaliza la presencia española en el país. Ese documento se llama Sofa (Acuerdo de Estatus de la Fuerza, en su siglas en inglés) y es el texto que refleja la naturaleza de la operación: si es de paz, humanitaria o de otro tipo. Fija además muchos otros aspectos que regirán la actuación del contingente multinacional mientras se encuentre destinado en Pakistán. En los despliegues que España había realizado hasta ahora bajo mando de la Otan, ese documento estaba siempre firmado antes de que ninguno de los militares pisara la zona de operaciones. Así ocurrió, por ejemplo, en Afganistán. En esta ocasión, el Ejército ha permanecido más de una semana en una especie de limbo legal. El retraso es especialmente grave si se tiene en cuenta que la rapidez era el elemento fundamental de la operación. Rapidez porque en Cachemira hay decenas de miles de personas que se han quedado sin techo y cuya vida va a peligrar en cuanto arrecie el invierno, cosa que ocurrirá en menos de veinte días. Y rapidez, porque la Otan trataba de probar la celeridad de su despliegue en una zona tan remota. Por eso encargó a la NRF (Fuerza de Reacción de la Otan, en sus siglas en inglés) la operación. El componente terrestre de esta fuerza corresponde a España desde el 1 de julio pasado hasta el 31 de diciembre. La primera fase del despliegue, la llegada al teatro de operaciones, se produjo con éxito. No así el traslado al destino. Problemas con el Ramadán A los fallos que haya cometido la Otan se ha sumado la celebración del Eid ul Fitar, el fin del Ramadán, que ha paralizado por completo el país. De hecho, la Alianza había dado ayer su aprobación a todas las peticiones de Islamabad y había firmado el acuerdo, pero del lado paquistaní no encontraban a nadie para entregárselo porque todos se encontraban en sus casas celebrando el fin del mes de ayuno. Estas festividades han causado también retrasos en la contratación de camiones y paquistaníes que trasladen al contingente y su maquinaria hasta la zona del terremoto. Ayer resultó imposible contratar a nadie, ni siquiera recu-rriendo a las multinacionales del transporte que tienen su sede en Karachi, la gran ciudad del sur de Pakistán. Tampoco parece probable que hoy lo consigan. Por eso no se espera la llegada de los primeros soldados españoles al área afecta-da por el seísmo hasta el lunes. Diez días después de haber salido. Ese traslado coincidirá con la llegada el lunes de un vuelo con 191 militares, en el que viajarán buena parte de los que tenían que haber salido de España el pasado miércoles. Con todas estas complicaciones, no se sabe en qué fecha el contingente estará operativo. Y pese a que un día más o menos de trabajo puede costar la vida en el invierno de Cachemira.

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