Diario de León

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«¿Qué vamos a quemar esta noche?»

Los vándalos de los suburbios compiten para ver?quién provoca más destrozos. Sólo actúan unidos cuando se enfrentan a la policía

Jóvenes atacan a bomberos y policías tras quemar coches

Jóvenes atacan a bomberos y policías tras quemar coches

Publicado por
Isabelle Ligner - les mureaux
León

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Armados con cócteles molotov y barras de hierro, los jóvenes rebeldes de los suburbios pobres de París compiten entre ellos desde hace once noches por ser los más incendiarios y se regocijan de ver sus fechorías en televisión. «Es como una competición», comenta un adolescente franco-malí del barrio de los Músicos de Les Mureaux, en la periferia del oeste de la capital francesa. «Vemos lo que hacen los demás en televisión y tratamos de estar a la altura», añadió. Cada noche, cuando empieza el dawa , que en árabe significa caos, una decena de amigos de infancia de Musa se dan cita en su edificio de escaleras destartaladas como si fuesen a ver «un partido de fútbol». Todos llevan el mismo uniforme de zapatos deportivos de marca, pantalones vaqueros holgados y chaqueta de chándal con capucha, de preferencia blanca. «Nos los pasamos en grande cuando vemos arder todo en la tele», dice Yusef, quien afirma que las pocas veces que sale de su barrio es para ir a su aldea de Argelia pero se comunica con los chicos de Seine-Saint-Denis, un suburbio con elevado índice de delincuencia al norte de París, a través de la pantalla. «Todas las cadenas pasan las imágenes, incluso las teles por satélite árabes», dice orgulloso. «Nos desafiamos a distancia», explica Mama-dú, un malí de 19 años que vive los disturbios en familia, participando con dos de sushermanos pequeños. «Si los de Clichy queman quince coches, hay que superarlos, pero no salimos nunca de nuestro territorio», añade. Estos jóvenes niegan ser jefes de bandas como los que, según ellos, reinan en el barrio pero que prefieren la calma para que prosperen sus chanchullos y trapicheos de más o menos monta. «A los bandidos no les gusta mucho que los keufs (policías) estén aquí, por eso ahora no están en la fiesta», bromea Yusef. «Hablan de nosotros en la tele, si dicen que hemos apedreado a la policía, para nosotros es una victoria, una forma de demostrar que somos hombres, como en Malí con los ritos de paso» a la edad adulta, dice Musa, que de pronto adopta un aire adusto. Una cara que inspira Dicen que la televisión también transmite imágenes que los estimula de otra forma. «Vemos todo el tiempo la cara de Sarko (el ministro del Interior Nicolas Sarkozy) en la pantalla, me lleno de rabia, quisiera quemarlo todo cuando lo oigo escupirnos. La escoria es él», dice prácticamente a gritos otro miembro del grupillo. Pese a la rivalidad entre ellos, las bandas de distintos suburbios se unieron contra la policía, a la que culpan de la muerte accidental de dos jóvenes de Clichy-sous-Bois (al norte de París), el 27 de octubre. Detestan también a Nicolás Sarkozy y sus declaraciones sobre «la escoria» de los suburbios y, por supuesto, a una sociedad francesa de la que se sienten excluidos. «Estamos todos en el mismo lío, todos somos del color equivocado, de la religión equivocada, sin futuro, sin chamba», dice un joven musulmán en paro. Otras veces, la información proviene de los mensajes de texto que envían los «primos» de otros suburbios. Todas la noches, un Bagdad «¿Qué vamos a quemar esta noche?», pregunta por teléfono móvil Mamadu en un que envía a uno de sus primos del Norte. «Todo lo que podamos y más», responde el otro. No sólo el móvil. A través de blogs en Internet los jóvenes incendiarios se jactan de sus éxitos. «Cada noche hacemos un Bagdad, sería mejor ir a París en vez de romperlo todo aquí donde vivimos nosotros», comenta un encapuchado. Cerca de allí un hombre grita. «¿Por qué le habéis prendido fuego a mi coche, por qué precisamente al mío», repite desesperado mientras su vehículo se consume por las llamas. Conoce a los autores. Son vecinos pero no quiere dar sus nombres.

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