Sharón crea otro partido nada más dimitir para huir de los extremistas

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, anunció ayer su dimisión y forozó así la convocatoria de elecciones anticipadas. Lo hizo después de quedarse si su socio parlamentario ya que el nuevo líder del laborismo le retiró su confianza. Pero la decisión de dimitir es también una maniobra política de gran alcance y una hábil decisión de este militar reconvertido en político incombustible. Y es que Sharón anunció también la formación de un nuevo partido político, Responsabilidad Nacional (RN), que hasta ahora se alimenta básicamente del Likud y que competirá por su cuenta en las elecciones generales que con mucha probabilidad se celebrarán el 28 de marzo de2006. La decisión de Sharón -uno de los fundadores del Likud hace tres décadas- no sorprendió a nadie puesto que en su entorno ya se había anunciado como inevitable, pero representa un vuelco en el panorama político israelí, donde RN tendrá que competir agresivamente para conseguir una parte del electorado más moderado del Likud y una parte del electorado más nacionalista del laborismo. El ideario del nuevo partido «de centro y liberal», en palabras de Sharón, contempla la aceptación de la Hoja de Ruta «en todas sus partes» como camino para resolver el conflicto con los palestinos, aunque ni mucho menos prevé otro plan de desconexión como el de Gaza ni la retirada de todos los territorios ocupados, ya que aspira a integrar en Israel los grandes asentamientos judíos y a no ceder en la cuestión de Jerusalén. Sharón, de 77 años, dijo que el movimiento que nació hoy durará «muchos años», respondiendo así a sus detractores que aseguraron que RN es una formación que sólo tendrá una legislatura de vida. El primer ministro destacó que la lucha contra el terrorismo será otra prioridad del partido, pero en la reunión que mantuvo con los diputados que le apoyan no hizo mención a la situación socioeconómica del país, el tema que figura en lo más alto en el programa del partido laborista. Durante toda la jornada se registró un goteo de ministros y diputados del Likud que se pusieron a las órdenes del nuevo partido. Éste no era un tema banal puesto que si Sharón conseguía formar un grupo parlamentario de 14 diputados tendría derecho a una parte importante de los fondos del Estado que el Likud debe recibir de cara a los próximos comicios. Ayer por la noche, 14 diputados del Likud -una tercera parte de los escaños con que contaba esta formación- se habían subido al carro de RN y los hombres de Sharón continuaban presionando a otros diputados para atraerlos a RN. No hay que descartar que varios diputados laboristas, como Shimón Peres, Haim Ramon o Dalia Itzik, se sumen al proyecto en las próximas horas. Dimisiones en la oposición Por la mañana, Sharón fue recibido por el presidente Moshe Katzav, al que le comunicó la imposibilidad de seguir gobernando con el apoyo del Parlamento y le instó a que disuelva la Kneset «cuanto antes». Legalmente las elecciones tienen que celebrarse antes de que transcurran 90 días desde la dimisión del primer ministro y Katzav dispone de veintiún días para aceptar la dimisión. En este caso, la fecha más probable para las elecciones sería el 8 de marzo. Sin embargo, paralelamente la Kneset aprobó por la tarde por abrumadora mayoría las lecturas preliminares de ocho proyectos de ley para disolver el Parlamento, proyectos que todavía tienen que ser aprobados en tres lecturas adicionales que con toda seguridad se votarán hoy mismo. Según la ley, si la Kneset se disuelve de esta manera se dispondría de un periodo más largo para convocar las elecciones y la fecha más probable sería en este caso el 28 de marzo. El presidente Katzav dijo que era partidario de esta opción. También por la tarde, los ocho ministros laboristas presentaron en bloque su dimisión del Gobierno. El líder de este partido, Amir Peretz, declaró que tratará de facilitar la gobernabilidad del país hasta las elecciones, aunque lo hará desde la oposición.