Los hondureños eligen presidente entre dos candidatos de derechas

El gobierno que resulte electo en los comicios generales celebrados ayer en Honduras se verá enfrentado a grandes desafíos, tales como la pobreza que abate al 70% de la población, un desempleo que supera el 30%, la corrupción institucionalizada y una creciente delincuencia, protagonizada por grupos llamados maras. Los candidatos presidenciales favoritos para ganar los comicios: Manuel Zelaya, del Partido Liberal, y Porfirio Lobo, del Partido Nacional (PN), ambos de derecha, tocaron de manera tangencial esos temas, ofreciendo algunas «soluciones», pero sin precisar los medios para lograrlas. Según estudios oficiales, más del 70% de los siete millones de hondureños viven por debajo de la línea de pobreza, hacinados en cinturones de miseria alrededor de la capital o en el interior del país, sin contar con los más elementales servicios públicos. Lobo, siguiendo la política del actual presidente Ricardo Maduro, ha prometido «puño firme» contra los pandilleros, mientras que Zelaya, que en un principio planteó una visión más integral, terminó hablando de establecer la cadena perpetua. Según analistas, los partidos mayoritarios de Honduras se aprovechan de los bajos niveles de educación de los ciudadanos, el 30% son analfabetos, para desarrollar campañas vacías de contenido.. Tres partidos minoritarios que emergieron hace dos décadas: Innovación y Unidad (PINU, socialdemócrata), Unificación Democrática (UD, izquierda) y Democracia Cristiana (centro), también participan en la contienda. En estos comicios generales, se elegían además 128 diputados y suplentes, así como 298 alcaldes para el periodo 2006-2010. La abstención fue elevada en el país, uno de los más pobres de América Latina, que todavía sólo ha recuperado el 80 % de las infraestructuras dañadas por el huracán Mithc, en 1998. El reciente paso del Gamma que dejó 34 muertos, impidió que 45.000 de los 3,9 millones de votantes registrados pudieran ejercer su derecho al voto al encontrarse todavía albergados. Porfirio Lobo, oficialista Se formó en una escuela de cuadros del Partido Comunista de la extinta Unión Soviética. Ahora es un conservador de línea dura del Partido Nacional (PN). Promete «puño firme» contra la delincuencia y las pandillas. Manuel Zelaya, liberal El candidato del opositor Partido Liberal (derecha), es un convencido de la participación ciudadana en la toma de deciones. Procede de una familia de madereros. Sus detractores se burlan de su poca formación académica.