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Rinde homenaje a Schröder y a Willy Brandt ante el asombro y emoción de los socialdemócratas

El secuestro de una alemana en Irak pone a prueba la solidez de Merkel

La nueva cancillera promete que Alemania no se dejará chantajear por terroristas

Ángela Merkel después de pronunciar su primer discurso ante el pleno del Bundestag

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Enrique Müller - berlín
León

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En un ambiente marcado por el reciente secuestro en Irak de una arqueóloga alemana, Ángela Merkel se vio obligada ayer a prometer que Alemania no cederá a las chantajes de los secuestradores y denunció ante el pleno del Bundestag que el terrorismo es una amenaza para la libertad, la tolerancia y el respeto. En su primera declaración como jefa del Gobierno germano, Merkel también rindió un inédito homenaje a su antecesor, Gerhard Schröder, y prometió continuar con el legado de Willy Brandt, quien dijo hace 35 años, durante su primera visita a la ex RDA, que los alemanes debían tener coraje para tener «más democracia». «Una cosa esta clara. Este Gobierno y este Parlamento no se dejarán chantajear», dijo Merkel cuando inició la lectura de su primera declaración de Gobierno. «El terrorismo es uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad y está dirigido contra todo nuestro sistema de valores: contra la libertad, la tolerancia y el respeto a la dignidad humana, la democracia y el imperio de la ley», añadió. En su primer discurso como canciller ante el pleno del Parlamento federal, Merkel tuvo el coraje de rendir un breve pero sincero homenaje a su antecesor en el cargo, Gerhard Schröder, por el valor que tuvo para «abrir la puerta» a las reformas. «Quiero agradecérselo en nombre de todos los alemanes», dijo la canciller ante el asombro del grupo socialdemócrata. Emoción en los escaños En otro gesto que emocionó a los diputados socialdemócratas, Merkel rindió un tardío pero merecido homenaje al ex canciller y Premio Nóbel de la Paz Willy Brandt. «Un vicecanciller de una gran coalición que luego fue canciller de Alemania dijo que había que atreverse a más democracia. A los odios de quienes vivíamos al otro lado del muro eso sonaba como música», dijo Merkel, al recordar la famosa frase de Brandt, que en su momento fue criticada por la democracia cristiana. Pero Merkel no mencionó en su discurso de 90 minutos los nombres de los dos cancilleres democristianos, Konrad Adenauer y Helnmut Kohl. Merkel dedicó gran parte de su discurso a recordar los grandes desafíos que tiene su Gobierno y las medidas que pretende adoptar para hacer posible que Alemania vuelva a estar, en un plazo de diez años, entre los tres primeros países de Europa y su determinación para acabar con la plaga del paro, que afecta a casi cinco millones de personas. «Lo que está en juego es nuestra comunidad, nuestro futuro común y nadie puede impedirnos salir adelante, salvo nosotros mismos», afirmó la canciller sin temor a ser calificada como nacionalista. Bush y Merkel analizarán cómo estrechar las relaciones el 11 de enero en Washington.