Recuerda al líder británico que como presidente comunitario tiene una responsabilidad especial | Análisis | La oposición a Blair |
Barroso?exige?a Blair que anteponga su?cargo?en?la?UE?al?interés británico ¿Qué fue de los «tories»? Ideas contra el pensamiento mediocre
El presidente de la Comisión tercia por primera vez en la pugna comunitaria sobre la PAC El Partido Conservador br
El presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso, afirmó ayer en Lisboa que el Reino Unido debe colocarse en el papel que le corresponde, y asumir el papel de país presidente en ejercicio de la Unión Europea, y aprobar el presupuesto comunitario para el ejercicio 2007-2013. De esta forma, Durão Barroso, ha terciado en la dura pugna que mantienen el cheque británico y la política agraria en el seno de la Unión. «He pedido al Reino Unido que se coloque más en la perspectiva de la presidencia de la UE que en la meramente nacional», aseguró Durão Barroso al margen de su participación en una reunión del Parlamento Cultural Europeo, que se celebra en la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa. A juicio de Durão Barroso, el país que ostenta la presidencia comunitaria tiene una «responsabilidad especial», si bien la aprobación del presupuesto precisa del «esfuerzo de todos». El titular del órgano ejecutivo comunitario confió en que será posible un acuerdo sobre el presupuesto en la cumbre prevista para celebrarse los próximos días 15 y 16, o en caso contrario lo que van a prevalecer son «las lógicas de un cierto egoísmo nacional». «Aplazarlo más tiempo (el presupuesto), además de que supondría un fracaso político, entrañaría consecuencias muy negativas desde el punto de vista práctico, porque el dinero para los países de la cohesión tardaría en llegarles», alertó el presidente de la Comisión. Estas declaraciones de Barroso se producen en pleno debate sobre los presupuestos. Según su última oferta, el Reino Unido está dispuesto a recortar entre un 12% y un 15% el cheque que recibe desde 1984 como compensación por su excesivo saldo negativo con la UE. La propuesta británica, difícil de aplicar técnicamente, consiste en excluir del pago del cheque británico a los nuevos socios de la UE para compensarles del recorte presupuestario patrocinado por Londres para llegar a un acuerdo sobre las perspectivas financieras para 2007-2013. La presidencia británica tie-ne previsto presentar una propuesta en la que acepta negociar alrededor de un 15% del cheque británico, expresión por la que se conoce la cantidad que la UE reembolsa cada año al Reino Unido para compen-sar su baja recepción de subvenciones agrarias de las que disfrutan otros países. Ese 15% representaría unos 5.500 millones de euros en el período 2007-2013 y beneficiarían especialmente a los diez nuevos socios de la Unión. París-Madrid El empeño de Londres de condicionar la renegociación del cheque a la reforma de las ayudas agrícolas ha llevado al bloqueo de la negociación de los presupuestos, debido al rechazo feroz de Francia, que sí percibe elevadas ayudas agrarias, apoyado por España. El presidente de la Comisión reconoció también que Europa no va a tener un tratado constitucional en el futuro inmediato, «es decir en los dos o tres años próximos», pero opinó que «se puede hacer mucho con los actuales tratados». Y juzgó: «El eje franco-alemán es esencial para Europa, pero no es suficiente. Diría incluso que es cada vez más necesario y cada vez más insuficiente». El martes, el Partido Conservador británico anunciará que el voto de sus 300.000 afiliados ha entregado el liderazgo a David Cameron, un hombre joven y telegénico que tiene la tarea de evitar la cuarta derrota consecutiva de un partido político que no conoció una situación semejante en el siglo XX. El rival de Cameron es David Davis, un político más veterano que en la campaña por el liderazgo tory ha sugerido que su rival adopta el estilo de Tony Blair, entendido como una derivación de la política más preocupada por el embalaje que por el contenido. Cameron -o su rival Davis si se produce una monumental sorpresa- será el quinto líder del partido desde que Tony Blair derrotó a John Major en las elecciones de 1997. Será la cuarta elección de líder conservador en diez años y los últimos tres responsables de guiar a los tories desde la oposición en el camino de regreso al Gobierno han durado cuatro años, William Hague, y poco más de dos años, Iain Duncan-Smith y Michael Howard. Los conservadores tuvieron más votos que los laboristas de Blair en Inglaterra en las últimas elecciones, pero se han convertido en un partido del sur, con presencia simbólica en las naciones galesa y escocesa: tienen tres diputados entre cuarenta en Gales y uno de 59 en Escocia. El partido de Winston Churchill y de Margaret Thatcher necesita ganar escaños en las comarcas centrales y en el norte de Inglaterra si quiere gobernar en el futuro. Ahora, el Partido Conservador contempla una alternativa insólita: el olvido histórico o el Gobierno. El presidente de la Comisión Europea apeló ayer a los intelectuales y artistas europeos a colaborar en la lucha contra la xenofobia y el populismo en la Unión Europea. Durão Barroso hizo ese llamamiento durante su intervención en una reunión del Parlamento Cultural Europeo que se celebra en la Fundación Calouste Gulbenkian, de Lisboa. Tras su intervención, el político portugués que preside el ejecutivo comunitario explicó a los periodistas que ha querido «llamar la atención de los intelectuales, pensadores y artistas sobre la necesidad de contribuir a esa lucha para que no triunfen el populismo, cierto tipo de xenofobia, de nacionalismo extremo o el pensamiento mediocre». Algo más que dinero A juicio de Barroso, en la Unión Europea «ha estado olvidada o subestimada la dimensión cultural» y se quejó de que «en Europa se habla hoy mucho de dinero, lo que resulta inevitable, pero se habla poco de la dimensión cultural, de cómo debemos acentuar los valores comunes de Europa para dar coherencia a nuestro proyecto integrador», Según Barroso, «Europa es también, y quizás antes que nada, un proyecto de cultura y de civilizaciones». Fundado en 2001, en Estrasburgo (Francia), el Parlamento Cultural Europeo agrupa a unos 120 componentes, procedentes de 38 países, que son artistas plásticos, escritores, cineastas, músicos, diseñadores, arquitectos, historiadores y filósofos. La sesión de Lisboa debatirá el tema «¿Cómo puede promover la cultura la cohesión europea» y se pasará revista al situación de varios proyectos, sobre todo relativos a la salud y la música. Entre los asistentes destacan los nombres del escritor portugués Eduardo Lourenso, el artista plástico italiano Michelangelo Pistoletto, el paleontólogo estadounidense David Lordkipanidze, el pensador griego Stelios Virvidakis, la cineasta danesa Lone Scherfig y el francés Bernard Foccroulle, director del Museo de La Monnaie, de París. La reunión fue inaugurada el viernes por el presidente portugués, Jorge Sampaio, que reconoció que el futuro de la Unión es «una verdadera incógnita» y defendió la idea de que sólo un ideal cultural y político de Europa puede dar lugar a un proyecto de largo alcance.