La oferta de Blair recorta en mil millones la propuesta que el Gobierno ya rechazó en junio
España vetará los nuevos presupuestos de la UE si no respetan sus intereses
Solbes cree «prácticamente nulo» el riesgo de que se pierdan los fondos estructurales
España bloqueará los presu-puestos de la UE para el período 2000-2007 si no contemplan una sustancial mejora para sus intereses sobre la propuesta que hizo el pasado lunes la Presidencia británica. «Si España no consigue lo que pretende, no la aprobará», advirtió ayer en Bruselas el vicepresidente Pedro Solbes, quien recordó que los presupuestos, que hoy estudiarán los ministros de Asuntos Exteriores de los Veinticinco, deben acordarse por unanimidad. El Reino Unido quiere limitar el gasto comunitario al 1,03% del PIB y recortar en mil millones el saldo neto español -la diferencia entre lo que entrega y recibe de la UE- con respecto a la última oferta de la Presidencia luxemburguesa. España ya vetó en junio aquellas cuentas y Solbes anuncia ahora que el Gobierno «está dispuesto a dar guerra» para no asumir otra rebaja. Hace unos días, una encuesta de Sigma Dos reveló que el 72% de los españoles reclaman al Ejecutivo más dureza para defender los intereses de España en la UE. Si los presupuestos no se aprueban en diciembre, las autonomías con una renta cercana al 75% de la media europea, el límite para recibir fondos estructurales, podrían quedarse sin esas ayudas, pues su riqueza se recalcularía con los datos del trienio 2001-2003 y no con los del periodo 2000-2002 que se empleaban hasta ahora. Esa situación afecta a Galicia, que está en el 74,3% de la media, a Castilla La Mancha (74,7%) e incluso a Andalucía (69,3%). Sin embargo, Solbes opina que, aunque se retrase el presupuesto, el riesgo de que esas comunidades pierdan los fondos es prácticamente nulo». «Han crecido en riqueza y también en población», dijo, por lo que no es probable que superen el 75%. Sin neutralidad El vicepresidente fue muy crítico con Reino Unido, al que acusó de no respetar la neutralidad que se le supone a la Presidencia de turno de la UE. Según Solbes, el Ejecutivo de Blair ha redactado un proyecto financiero del que resulta el máximo beneficiario, «una práctica muy novedosa», ironizó. También recordó que España aporta cada año 700 millones de euros al cheque británico, el mecanismo que reembolsa a Londres dos de cada tres euros que aporta al presupuesto comunitario. Francia e Italia, los otros dos grandes contribuyentes del cheque, han manifestado también su rechazo a la oferta de Blair, al igual que muchos de los nuevos diez socios, para quienes Reino Unido propone un recorte de 14.000 millones de euros en fondos estructurales. El horizonte del Gobierno de Zapatero para el acuerdo se situaría entre los 10.000 y los 12.000 millones de saldo neto para el periodo 2007-2013. El Reino Unido le estaría ofreciendo a España en su propuesta la mitad de lo que pide. El primer ministro luxembur-gués, Jean Claude-Junker, consi-deró «una pérdida de tiempo» los seis meses de Presidencia británica, mientras que el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, recordó que los presupuestos deben ser aceptados también por la Eurocámara -que aprobó en pleno un gasto mínimo del 1,18% del PIB-, y por la Comisión, cuyo presidente, Durâo Barroso, considera poco realista la propuesta británica. «Si la Comisión y el Parlamento piensan que la propuesta de Blair es inaceptable, la propuesta está muerta», dijo Borrell. El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, abundó en esa tesis y consideró inútil que los jefes de Estado y de Gobierno debatan las perspectivas financieras de Blair el día 15 sin la garantía de que cuentan con el aval de la Eurocámara.