Zapatero está dispuesto a vetar los presupuestos si España queda sin ayudas

José Luis Rodríguez Zapatero viajó ayer a Londres para reiterar a su homólogo británico, Tony Blair, que no es aceptable la propuesta británica para desbloquear el presupuesto de la Unión Europea para el período 2007-2013. Zapatero no descarta vetar un acuerdo si no es bueno para España, aunque aseguró que «tengo fe europeísta». La reunión que mantuvo Blair y Zapatero ayer por la mañana en Downing Streeet se enmarca en las dos jornadas que ha dedicado el presidente de turno de la UE a recibir a algunos de los líderes europeos en un intento por alcanzar un acuerdo antes de la cumbre comunitaria de los próximos días 15 y 16. En la rueda de prensa posterior a la reunión, Zapatero explicó que había transmitido al premier británico que «España quiere ser beneficiario neto (recibir más de lo que aporta a las arcas comunitarias) de la UE en el período 2007 al 2013 UE», pese que «sabemos que también tenemos que contri-buir y que hemos crecido, pero España necesita un recorrido importante de ayuda». «España quiere llegar a un acuerdo, pero no a cualquier tipo de acuerdo», señaló tras ratificar que la primera propuesta de presupuesto presentada por Londres «tiene que modificarse, tiene que cambiarse». Cree, sin embargo, que aún hay margen de tiempo para llegar a una solución, todavía hay que esperar a conocer la nueva propuesta que haga la presidencia británica la próxima semana y al Consejo Europeo. La primera propuesta de Londres plantea un recorte de las ayudas europeas que recibirá España, aunque mantiene un período tde cuatro años para el fondo de cohesión, dotado con 2.800 millones. «Tenemos fe europeísta y trabajamos para el acuerdo», indicó, aunque a renglón seguido espetó que «España tiene la posibilidad de decir si o no a una propuesta, todo está abierto». En una rueda de prensa posterior a la segunda jornada de encuentros con líderes europeos, Tony Blair volvió a insistir en que no podrá haber acuerdo sobre el presupuesto si antes no se acepta hacer en el 2008 una reforma profunda de la Política Agrícola Común (PAC). «¡No! No puedo estar de acuerdo», respondió ante la pregunta de si aceptaría un acuerdo que no estuviese relacionado con una revisión de la PAC. En tono pesimista, Blair advirtió de que las negociaciones en la Unión serán muy duras con un «reducido margen de maniobra» entre los Veinticinco, para añadir que un fracaso de la cumbre podría «proyectar una sombra» sobre la Unión Europea y sobre su ampliación en el futuro.