Unos 40.000 croatas se echaron a las calles de Split para protestar por la detención del general Gotovina
Decenas de miles de croatas salieron ayer a las calles de la ciudad de Split para mostrar su apoyo al general Ante Gotovina, arrestado la noche del miércoles en Tenerife y enviado el sábado a los calabozos del Tribunal de La Haya para ser juzgado por crímenes contra la humanidad y de guerra cometidos contra los serbocroatas en la región de Krajina en 1995. Los aproximadamente 40.000 m anifestantes portaban cruces y cirios, mientras ondeaban banderas de Croacia y carteles del «héroe» Gotovina. Algunas mujeres de luto, que sostenían pequeñas fotos del general, lloraban desconsoladamente. Pero esta multitud no puede compararse con las 100.000 personas que se manifestaron en el mismo lugar en febrero del 2001 para protestar por el arresto de otro general, lo que indica que en Croacia el legado de la guerra y del nacionalismo está descendiendo. La protesta, cuyo eslogan era «la verdad y no la mentira», fue organizada por la principal asociación de veteranos de la guerra en Croacia tras su independencia de la antigua Yugoslavia (1991-95), Hvidra, conocida por su nacionalismo radical y por su oposición a cooperar con el Tribunal de La Haya, que ha acusado de crímenes a seis generales croatas. Los organizadores criticaron el papel de las autoridades de Zagreb en la localización y captura de Gotovina y la multitud abucheó y dedicó ofensas, con especial virulencia, a Stjepan Mesic, presidente del país. Según una encuesta publicada ayer por el diario Jutarnji List, el 53% de los croatas piensan que el arresto de Gotovina son malas noticias para el país. La gran mayoría de los ciudadanos considera que Gotovina sólo defendió a su patria de una agresión, que el éxodo se produjo antes de la llegada del Ejército croata y que los crímenes fueron obra de desquites personales en un territorio poco controlable, cuando Gotovina ya no era responsable.