La ONU presiona más a Siria tras el informe de la muerte de Hariri
La ONU aumentó ayer la presión sobre Siria por su implicación en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, el pasado 14 de febrero. El segundo informe del equipo investigador nombrado por Kofi Annan, reiteró sus sospechas y acusó a Damasco de no cooperar con la investigación. En las 25 páginas del reporte que el fiscal alemán al frente de las pesquisas, Detlev Mehlis, presentó al Consejo de Seguridad se vuelve a insistir que el asesinato en Beirut con coche bomba de Hariri fue «planeado» por los servicios de inteligencia de Siria y Libia. Asimismo, señala cómo dos testigos afirman que todos los documentos secretos del gobierno Sirio relativos a Líbano han sido quemados. Mehlis concluye que la cooperación de Damasco no ha sido completa y en su punto de mira siguen media docena de altos funcionarios del gobierno, entre ellos Ashef Shawkat, jefe de los servicios de inteligencia y cuñado del presidente Bachar al Asad. Siria ha negado desde el principio cualquier implicación en la muerte de Hariri y ha denunciado que las acusaciones son parte de una campaña política en su contra orquestada por Estados Unidos. La presentación del informe coincidió con el asesinato de otro prominente crítico de la injerencia siria en la política libanesa. El periodista Gibran Tueni murió el lunes por coche bomba, lo que provocó fuertes protestas en el país y ha causado la división del gobierno libanés, acusado de su actitud prosiria.