Candidato a la Presidencia
«Bolivia ha perdido el miedo frente al imperio de EE.UU.»
Indígena, campesino, dirigente cocalero, Evo Morales Ayma, de 47 años, conocido cariñosamente como El Evo es la esperanza de cambio para la mayoría de los indí-genas de Bolivia que representan el 65% de la población. La historia convulsa de este extenso país, dos veces España, de nueve millones de habitantes, está plagada de golpes de Estado y revueltas. Desde la independencia en 1825, Bolivia ha tenido 83 Gobiernos. Considerado uno de los países más ricos de Latinoamérica, por sus reservas de gas y petróleo, paradójicamente ocupa el segundo lugar entre los más pobres del continente americano. El 2005 ha sido un año muy duro para el pueblo boliviano. Cansados de tanta miseria e injusticia, los indígenas, campesinos, trabajadores y mineros de todo el país, particularmente, el movimiento ciudadano de El Alto, plantaron cara al Gobierno, tomaron las calles e hicieron dimitir en junio pasado a su presidente, Carlos Mesa. Tras días de tensión fue designado Eduardo Rodríguez, que se comprometió a convocar las elecciones de ayer. En estos últimos meses se han dado los primeros pa-sos para la nacionalización de los hidrocarburos. A esta situación hay que añadir las ansias de independencia de las provincias de Oriente, más rico y desarrollado. Evo Morales, líder de izquierdas se presenta con el apoyo de la mayo-ría de los electores que le dan más de un 34% en intención de voto. Se enfrenta a Jorge Quiroga, de centroderecha, candidato del Poder Democrático y Social (Podemos). Un Evo carismático, enérgico y sonriente nos recibe en la sede del MAS de su provincia natal, Oruro. -¿Las encuestas le favorecen, cree usted que será el futuro presidente de Bolivia? -Sin duda. Estoy convencido de que el pueblo de Bolivia quiere cambiar el curso de la historia. Tras 500 años de sometimiento, después de años de políticas capitalistas el pueblo ya no puede más y revienta contra un modelo económico y contra sus representantes. Contra las multinacionales que roban los recursos de nuestro pueblo. Los indígenas, los campesinos, los mineros, los movimientos sociales van a decir basta. Después de tanto tiempo de lucha, de movilizaciones, queremos cambiar la historia de nuestro país. Estoy seguro de que el pueblo va a votar por cambiar de una vez por todas. -¿Qué medidas más importantes llevará a cabo si los bolivianos le eligen? -Vamos a nacionalizar los hidrocarburos, somos uno de los países más ricos de Latinoamérica, pero la riqueza se la llevan otros. Los hidrocarburos siguen siendo de la nación físicamente, pero en la práctica, no están en manos de la nación. El Gobierno tiene que ejercer el derecho de propiedad y vamos a ejercer el derecho de propiedad. Vamos a industrializar Bolivia, porque tenemos que dejar de ser simples exportadores de materia prima, eso tiene que terminar. Sí hay que industrializar con socios, y así, y en todo caso, compartirse las ganancias. Debe ser una nacionalización concertada. Las transnacionales que cumplieron con sus contratos, pues automáticamente seguimos trabajando juntos. Las transnacionales que contrabandearon, que no han pagado impuestos, pues tienen que irse. Nosotros no estamos pidiendo «regálenos», no, no es eso. Con nuestros recursos naturales podemos resolver nuestros problemas económicos. Sea Repsol, sea cualquier empresa, no queremos ser dependientes, porque nos han creado dependencia. Y quiero aclarar que no tengo nada contra los empresarios, muchos me apoyan, sí, contra los parásitos del Estado. Queremos luchar contra la pobreza. He estado en Suiza muchas veces debatiendo el tema de la coca, la globalización¿Y es curioso, un país como Suiza, que tiene buenas condiciones económicas no entra en la Unión Europea. No tiene minas de oro, minas de plata, de estaño, ni petróleo, y ha inventado el chocolate suizo, aunque no tiene ni una planta de cacao. Mientras, nuestra Bolivia con nueve millones de habitantes, pero con semejante pobreza. Lamentablemente, la riqueza está mal distribuida. Hay que luchar. Para eso, necesitamos una constitución política basada en leyes con principios de justicia. Ese es nuestro planteamiento. -¿Cómo va resolver la petición de independencia de Santa Cruz y el resto de Oriente? -Santa Cruz tiene todo el derecho de pedir autonomía. Los indígenas lo sabemos bien. Hasta 1825 los pueblos indígenas originarios vivíamos con nuestra autonomía, sin deuda externa. Vivíamos mejor que ahora, había trueque y no conocíamos plata. La lucha por las autonomías o la autodeterminación no es ninguna novedad en Bolivia. Es nuestra lucha también. Pero, ¿de qué autonomía estamos hablando exactamente? La autonomía económica sería como confiscar los bienes del Estado, disponer los recursos económicos naturales es una forma de egoísmo, de sectarismo. Lo que quieren algunos sectores de la oligarquía cruceña es una autonomía económica solamente para la burguesía. Nosotros queremos una autonomía para los pueblos, para las provincias, para las regiones, una autonomía con solidaridad y reciprocidad. Hace años, las provincias mineras que sostenían el país eran Oruro y Potosí. Después, se agotan los recursos de estas provincias y aparece el petróleo de Oriente, ahora quieren acapararlo. Eso no es solidaridad, ni reciprocidad.