Cerrar

Navidad amarga en Nueva Orleans

Un cuarto de su población aún no ha regresado a la devastada ciudad. Los que lo hicieron, sobreviven sin lo básico

Publicado por
Allen Johnson - nueva orleans
León

Creado:

Actualizado:

Entre toques de queda y escasez de energía, las fiestas navideñas están siendo amar-gas para miles de habitantes de Nueva Orleans que siguen sin hogar, cuatro meses después del mortífero paso del huracán Katrina. Soportando el frío frente a su vieja casa de ladrillos aho-ra inhabitable en el barrio de Saint John, tres generaciones de mujeres viven en una caravana y reconocen carecer de todo ánimo festivo. Kim McDaniel, de 39 años, confiesa que este año el espíritu navideño ha pasado de largo. El Katrina, que asoló la ciudad el 29 de agosto, inundó el hogar de Kim con 2,1 metros de agua y el negro aceite tóxico de una refinería vecina. Como cientos de miles de otros desplazados por el huracán, McDaniel y su familia viven apretujados con familiares y amigos. Su hija, Courtni Williams, de 14 años, comenta que algunos de sus amigos están tomando medicamentos para la depresión. Katrina destruyó o dañó gravemente 130.000 de los 200.000 hogares en Nueva Orleans, según el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Ante la falta de viviendas, más de tres cuartos de los 460.000 habitantes de la ciudad todavía no han regresado, a pesar de las repetidas solicitudes del alcalde Ray Nagin. Los evacuados que si regresan vuelven para aumentar el porcentaje de paro que ya alcanza los dos dígitos. Pese a que los alquileres aumentaron un promedio de 15 a 25%, según el agente inmobiliario Wade Ragas, los complejos de apartamentos tienen largas listas de espera. Mientras, las tiendas de campaña en la mayoría de los barrios. La entrega de las 7.000 caravanas prometidas por el Gobierno se ha retrasado ante la descoordinación entre las autoridades federales y municipales. Hasta ahora sólo 762 de esas casas han sido entregadas desde finales de noviembre y conectadas a los servicios públicos. Nagin afirma que se ha res-tablecido el 75% de los servi-cios de gas y electricidad. Pero como miles de residentes, la abuela de Courtni, Sharon McDaniel, puede atestiguar que no es fácil acceder a esos servicios. Su destruida casa aún no tiene electricidad. Y no hay energía para la caravana que el Gobierno instaló en su jardín hace varias semanas. La compañía eléctrica no restablecerá el servicio hasta que un técnico la inspeccione. Pero el Ayuntamiento, que ha despedido a 3.000 ante la falta del fondos tras el huracán, está desbordado ante las peticiones de los ciudadanos.

Cargando contenidos...